¿Qué preparan los artistas rosarinos en el verano, para mostrar este año? Con esa pregunta, Rosario/12 entrevistó a Mauro Guzmán (Rosario, 1977). "No paro", resumió el autor en su casa, taller, laboratorio y centro de operaciones en San Lorenzo y Laprida, al pie de una obra de dos metros y medio de largo por dos de alto: una cabeza roja, andrógina y gigantesca, titulada Lip‑sync for your life (2015).
Mauro Guzmán impactó al público local en 2008 con "La historia de amor más bella, más grande y más heroica de todos los tiempos", una fotografía que nació como un cuadro de una fotonovela de la que sólo quedó el beso final: entre Cristo y Superman. "Después me pareció que no hacía falta; me quedé con esa imagen que simbolizaba todo", recuerda Mauro sobre esta obra, que pertenece a la colección Castagnino+Macro y se expondrá en marzo como parte de una muestra colectiva en el Castagnino; su autor, mientras tanto, estará coordinando en forma privada un laboratorio de estéticas escénicas.
En abril, expondrá obras nuevas en Buenos Aires, en la sede porteña de la galería Henrique Farías. Para abril y mayo prepara con Nancy Rojas una muestra en su casa taller de Rosario: Simposio Peluca.
Además, a mediados de año participará de una muestra colectiva en el Macro (Museo de Arte Contemporáneo de Rosario). "Otra cosa es que desde el año pasado estoy trabajando con proyectos publicitarios vinculados al diseño de indumentaria y accesorios; hice un par de campañas que se van a ver este año y estoy también en la preproducción de un videoclip de Dani Umpi", enumera. Nada mal después de unos años de viajes y experimentación, sin mostrar en su ciudad, excepto por unas inquietantes fotos en la trastienda de Gabelich Contemporáneo.
En 2013, también con Nancy Rojas, presentó un capítulo del proyecto El ojo sideral a las becas Hàbitat Artístic Castelló, lo que le valió una residencia artística en el Espai d'art contemporani (EAC) en la localidad costera junto al Mediterráneo de Castelló (España) por seis meses: de diciembre del 2013 a mayo del 2014. En abril del 2014, hizo su primera exposición individual en Madrid, en La Fresh Gallery.
"La residencia sirve para poder investigar cosas, entrar en una zona focalizada de trabajo donde investigar full time. Es muy rica la experiencia del viaje, que permite aprender cómo son las otras miradas respecto a la obra", dijo. "Es importante que la obra no sea sostenida por el grupo de amigos nada más; que llegue a públicos de diferentes lenguas". En Castelló, con fondos de la beca, el autor de Linda Bler, artista poseída alquilaba un cuarto donde vivir. Fue allí donde produjo y grabó el germen inicial de lo que se verá en Rosario: un cortometraje que narra en clave de comedia, con la retórica visual y musical del cine mudo, las aventuras eróticas de "La Guzmania", un colorido ser que se metamorfosea entre lo vegetal, lo femenino, lo masculino y todo lo que se encuentre en el medio. La Guzmania y el amante de las plantas hermafroditas (2014) se vio primero en la muestra de Madrid y luego en Buenos Aires. Integraba, con otros cuatro cortos, un grupo de cuatro videoinstalaciones que en junio de 2015 fueron sus intervenciones en el Museo Nacional de Bellas Artes, durante el capítulo del ciclo Bellos Jueves cuyo curador fue Santiago Villanueva.
Por ese azar surrealista que guía sus creaciones, su primer encuentro con su musa, la guzmania (una planta hermafrodita americana, llamada así en honor al farmacéutico español Anastasio Guzmán) se produjo en un supermercado chino de Castelló. Con exuberancia tropical y litoraleña, el proyecto creció indagando en torno a lo bizarro, lo exótico, la erótica queer y los devenires entre reinos y géneros.
La Guzmania y los guardianes de hongos alucinógenos (que también se vio en el Bellas Artes) es otro de los videos que se proyectarán en mayo en Rosario. Es más oscuro y sigue la línea de parodia al cine de horror con planta carnívora de su admirado film La tiendita del horror (The Little Shop of Horrors), no tanto el original de 1960 por Roger Corman sino la celebrada comedia musical de 1986.
Proyecto muy cohesivo en cuanto a su singular imaginería, La Guzmania incluye fotos donde, como ya es su costumbre, el autor se retrata completamente transformado: esta vez no en su alter ego femenino Linda Bler sino en su nuevo alter ego vegetal, La Guzmania. No hay trucos de posproducción salvo el fondo blanco "insolado". La extrañeza se obtiene con un intenso trabajo de maquillaje escénico sobre el cuerpo, que incorpora y adapta técnicas de claroscuro provenientes del drag queen. El título de la cabeza gigante roja de madera, Lip‑sync for your life, surgió de uno de los programas televisivos que produce y conduce RuPaul (músico y actor, estrella del drag queen). "Los archivos de investigación me ayudan a pulir mi laburo. Me encuentro después con las cosas", aclara Guzmán. La monumental pieza en madera dialoga desde lo camp con obras "femeninas" del pop local de los años '60, y preside un espacio central de la casa taller que está preparado como ámbito escénico para (entre otras cosas, como talleres y charlas) presentar la obra de biodrama Ten cuidado, de Nancy Rojas, quien la produjo en un taller con Vivi Tellas. Tras varias funciones en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, la obra (junto con La Guzmania de Mauro) vuelve a casa.