Continúa la batalla del presidente de Brasil Jair Bolsonaro contra las ONG protectoras del medio ambiente. Volvió a acusarlas de ser las “mayores sospechosas” de los incendios en el Amazonas y manifestó que “intentan derrocar” a su gobierno. Sin embargo admitió que no tiene pruebas para acusarlas. También acusó a la prensa de “cometer un suicidio” por sus críticas al agronegocio. Mientras tanto continúan los focos de incendio que afectan al territorio de Brasil, Bolivia y Paraguay.

"Las ONG perdieron dinero, están desocupadas y me intentan derrocar", afirmó Bolsonaro. Sin embargo admitió que los hacendados también pueden ser responsables de las quemas de pastizales. El presidente brasileño negó que sus políticas sean causantes de los incendios que se propagan y acusó a la prensa de perjudicar los intereses del país.

"Imagínense si el mundo empieza a imponer barreras comerciales: se caerá nuestro agronegocio, retrocederemos, la economía empeorará; la vida de ustedes, de los editores de diarios, de los dueños de televisiones, se complicará como la vida de todos los brasileños, de todos sin excepción. Ustedes están cometiendo un suicidio. La prensa está cometiendo un suicidio", agregó. "No defiendo los incendios, porque siempre los hubo y los habrá. Desgraciadamente eso ocurre en el Amazonas", dijo Bolsonaro a periodistas a la salida de su residencia oficial en Brasilia.

El presidente brasilero niega el cambio climático y defiende la apertura de reservas indígenas y de zonas protegidas de la selva para realizar actividades agropecuarias y mineras. "Esta psicosis ambiental no deja hacer nada. Yo no quiero acabar con el medio ambiente. Yo quiero salvar a Brasil", declaró. Además defendió el cambio de su gobierno con respecto a este tema: "si era para hacer lo mismo que hasta ahora, el pueblo tendría que haber votado a otras personas. El pueblo está con nosotros. Mi base es el pueblo", sentenció.

Bolsonaro levantó sospechas ayer de que las ONG que reciben ayuda extranjera podrían haber provocado los incendios de manera voluntaria . Este jueves se indignó por publicaciones que habrían dicho que se trataba de acusaciones formales. "Nunca acusé a las ONG", afirmó, antes de aclarar: "Dije que sospechaba de las ONG".

A su vez, un funcionario de su gobierno fue abucheado, interrumpido y criticado por decenas de personas durante su intervención en la Semana del Clima de Latinoamérica y Caribe celebrada en la ciudad brasileña de Salvador. Las críticas contra Roberto Castelo Branco, secretario de Relaciones Internacionales del Ministerio de Medio Ambiente de Brasil, llegaron al hacer su defensa a las actuales políticas de combate a la deforestación en el Amazonas. "Tenemos el compromiso de llegar a la deforestación ilegal cero en 2030", aseveró el secretario. Su afirmación fue contestada por fuertes abucheos y gritos de "mentira" y “el amazonas se quema" por la mayor parte de los asistentes que participaron en la conferencia.

También el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, se mostró "profundamente preocupado" por los incendios. "En medio de una crisis climática internacional, no podemos permitir que se produzcan más daños en una importante fuente de diversidad y oxígeno", dijo Guterres a través de su cuenta de Twitter.

Entre enero y el 21 de agosto de este año se han registrado 75.336 focos de incendio en Brasil, un 84% más que en el mismo periodo de 2018, según datos del Programa de Quemas del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE). Ese número muestra un aumento de 2.493 focos respecto al lunes. "El número de focos de calor registrado en la Amazonía ya es en un 60 % superior al de los últimos tres años y ese pico tiene relación con la deforestación y no con una sequía más fuerte como podría suponerse", denunció la organización. De acuerdo con especialistas, esos focos se intensificaron en un marco de avance rápido de la deforestación en la región amazónica, que en julio se cuadruplicó respecto al mismo mes de 2018, según datos del INPE. Además, el gobierno de Bolsonaro redujo el presupuesto para la fiscalización de la tala ilegal en la Amazonas y echó a parte del equipo del Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA).

Mientras tanto densas nubes de humo provenientes del Amazonas siguen extendiéndose sobre importantes ciudades del mayor pulmón vegetal del planeta y hasta llegan a enormes centros urbanos, como la ciudad de San Pablo.

La magnitud de los incendios también afecta territorio de Bolivia y Paraguay. Ambos gobierno acordaron unir esfuerzos para combatir el gigantesco incendio forestal que depreda flora y fauna, informó este jueves el ministro boliviano de Medioambiente y Agua, Carlos Ortuño. La superficie afectada por incendios en el departamento boliviano de Santa Cruz de la Sierra (este) alcanza las 654.000 hectáreas, mientras que en Paraguay los terrenos implicados, en la frontera entre ambas naciones, no han sido todavía determinados.

 

"Hemos estado en contacto con nuestros pares de la república de Paraguay, tenemos un compromiso de trabajo conjunto de los dos países, tanto en el territorio boliviano como en el paraguayo", dijo Ortuño en rueda de prensa, en Santa Cruz. El funcionario agregó que por el momento autoridades de ambos países están en plena implementación de medidas de contingencia.