Arde la selva del Amazonas y con ella también las redes sociales. Twitter, en concreto, se ha llenado de mensajes de apoyo e imágenes que denuncian la trágica situación de esta región, donde los incendios han aumentado un 83% el último año, según el Instituto Nacional de Investigaciones Especiales de Brasil. Una de las instantáneas que más revuelo ha despertado fue captada por satélite por una delegación de la NASA especializada en el seguimiento de incendios.
En la imagen, los puntos que identifican la presencia de un incendio tiñen de rojo el continente sudamericano. Sin embargo, lo cierto es que, por su composición, puede llevar a que su observador sobredimensione una situación ya de por sí suficientemente grave. En el mapa de la NASA, se muestran focos de los incendios, no áreas quemadas. Por lo tanto, con un simple zoom, la imagen parece algo menos dramática.
En Twitter sucede algo similar. Con un simple zoom y algo de detenimiento, es fácil detectar el reguero imparable de fotografías que no se corresponden de manera alguna con los actuales incendios. Si bien el apoyo hacia la región y la condena unánime a las políticas medioambientales de Bolsonaro han marcado la respuesta social a los incendios, la falsedad de muchas de las imágenes difundidas contribuye a un clima general de desinformación que hace un flaco favor al intento de denunciar esta grave situación climática.
En el apartado de animales, muchas se corresponden con otros sucesos. En la que aparece un jaguar sangrando en el suelo, realmente pertenece a un artículo del diario del diario Gente de Opinión de 2016 sobre atropellos de animales en la carretera. También se ha viralizado otra de un animal que huye de las llamas, esta pertenece a un fotógrafo brasileño que la realizó en 2011. Una de las más sensibles, de un conejo quemado por las llamas, ya fue recogida por algunos medios en 2018 en relación con los incendios de California.
En lo referente a fotos de las llamas arrasando el paisaje, también hay muchas correspondientes a otros incendios. Una imagen nocturna del incendio muy compartida, realmente está publicada en un blog en 2015, por lo que no guarda relación con los incendios actuales. Otra de las más difundidas, en la cual una colina queda divida por la mitad entre el terreno quemado y el todavía verde, realmente data de 2013, tal y como informa Maldito Bulo.
Aunque el esfuerzo de la gente por reclamar la atención hacia la crítica situación de la Amazonia es encomiable y aplaudible, especialmente el de personajes notorios, también resulta necesario no avivar el fuego de la desinformación.
La crisis en la selva del Amazonas no llega por situación actual, sino más bien por la agravada situación de descontrol que se vive desde la llegada de Bolsonaro y que ha provocado un 83% más de incendios forestales en la zona. Además, esta región no es la única olvidada, pues en las últimas fechas también se han desarrollado graves incendios en Canarias, Siberia o el Ártico, habiendo caído muchos de ellos en el olvido después su irrupción inicial. Parece que, tras el bullicio del chispazo inicial, los incendios continúan su avance en silencio.
Especial de Público para PáginaI12