Las jubilaciones obtendrán el mes que viene una suba del 12,22 por ciento y en diciembre se sumará otro 8,74 por ciento, con lo cual el aumento acumulado a lo largo del año sería del 51,1 por ciento. Sin embargo, el rebrote inflacionario a partir de la devaluación posterior a las PASO elevó las estimaciones de inflación bien por encima del 50 por ciento. En consecuencia, los jubilados este año volverían a perder frente a la inflación. La caída del poder adquisitivo de este año se va a sumar a la fuerte merma que se produjo el año pasado. Según las distintas estimaciones, en cuatro años del gobierno de Mauricio Macri, los jubilados perdieron entre un 15 y un 30 por ciento de su poder adquisitivo. Especialistas advierten que el haber mínimo apenas permite comprar un tercio de la canasta básica de adultos mayores. A pesar de esta situación, el Gobierno no incluyó a los jubilados en el paquete de medidas de “alivio” lanzadas para mejorar su performance electoral.
El haber mínimo actualmente se ubica en 11.528 pesos y alcanzará unos 12.936 pesos el mes que viene. Se trata de un incremento del 12,22 por ciento que define la actual ley de movilidad jubilatoria –modificada por el oficialismo a fines de 2017— que está en función de la evolución de los índices de inflación y de evolución salarial (Ripte) de enero y marzo de este año, es decir que el aumento tiene seis meses de rezago con respecto al período de cálculo. La fórmula establece que el aumento se explica a partir de un 70 por ciento del índice de inflación y del 30 por ciento de la evolución salarial.
Al ser consultado por qué el Gobierno no incluyó a los jubilados en el paquete de medidas post-PASO, el ministro de Producción, Dante Sica, dijo en una entrevista televisiva que la suba de septiembre sería del 20 por ciento y que por esa razón el Gobierno no consideraba prioritario mejorar ese número. Desde el Ministerio de Producción luego salieron a aclarar que la suba sería del 12,22 por ciento (como ya había anticipado la Anses), aunque no hubo novedades en relación a la toma de medidas adicionales para mejorar la situación de los adultos mayores.
Con la inflación y la suba de las remuneraciones del período abril-junio quedó prácticamente definida la suba pautada para diciembre, que sería del 8,74 por ciento. Con eso, el haber mínimo se ubicaría apenas por encima de los 14 mil pesos. Así, los aumentos a lo largo de 2019 sumarían un 51,1 por ciento. Para la Universidad de Avellaneda, la inflación este año quedará por encima del 50 por ciento, más cerca del 55 por ciento, y la jubilación perdería entre dos y cinco puntos porcentuales. Esa casa de estudios calcula una caída acumulada del poder adquisitivo de las jubilaciones del orden del 15 por ciento a lo largo de toda la gestión de Mauricio Macri, a partir de la menor recomposición de la formula frente a la inflación este año y el pasado junto al agujero de ingresos que surgió de la aplicación de la ley de movilidad jubilatoria del macrismo, que está judicializado en la Corte Suprema, y sumando los bonos otorgados.
“Las jubilaciones, en el mejor de los casos, podrían empatar a la inflación este año, pero en 2018 quedaron 20 puntos por debajo de los precios, y se venía de cinco puntos de pérdida por el tipo de empalme entre las dos fórmulas. Es un deterioro muy significativo”, indicó a este diario Eugenio Semino, Defensor de la Tercera Edad. Semino calcula desde hace varios años una canasta básica relacionada al consumo de adultos mayores que viven en grandes aglomerados urbanos, cuya última medición es de 30.500 pesos en abril. “El nivel de cobertura que tiene el haber mínimo en relación a la canasta viene en caída desde comienzos del año pasado y ahora quedó en el 30 por ciento. El problema no es sólo el cambio de la fórmula de movilidad sino también la particularidad que tiene la canasta de los adultos mayores, en donde hay muchos insumos de farmacia que se mueven por encima de la inflación, atados directamente al dólar”, agrega Semino. Desde esa organización piden al Ejecutivo una fuerte recomposición de ingresos jubilatorios, más allá de los aumentos previstos por la ley de movilidad.
Para Miguel Angel Fernández Pastor, abogado especialista en Seguridad Social, "este año en el mejor de los casos la jubilación le empata a la inflación, aunque hay estimaciones que ubican el alza de precios más cerca del 55 por ciento. Desde septiembre de 2015, la caída acumulada del poder adquisitivo de los haberes es del 30,5 por ciento".