La semana terminó con un nuevo derrumbe de las acciones y los bonos. Esta vez no fue la inestabilidad local lo que impulsó las caídas. El clima financiero internacional empezó a ponerse más espeso y golpeó a los activos de todos los países emergentes. La economía argentina es una de las economías más expuestas a shocks externos y sufrió más que el resto.
Acciones
El panel de la bolsa se tiño de rojo. No hubo ni una acción entre las principales empresas del MerVal que haya conseguido ganancias en la jornada. El promedio de las firmas marcó una caída del 5 por ciento. Los bancos llegaron a bajar hasta 8 y las energéticas perdieron por encima del 6 por ciento.
En Nueva York las compañías argentinas también tuvieron una rueda para el olvido. El Banco Macro fue la acción que más perdió (-7 por ciento en dólares). Ninguna de las compañías pudo mantener los precios. El derrumbe de las cotizaciones en agosto produce estupor entre los operadores del mercado. El Galicia lidera las pérdidas entre los bancos en lo que va del mes (-60 por ciento). Edenor es la energética con peor performance (-65).
Bonos y riesgo país
Los títulos públicos están cotizando a precios de remate. Este viernes se desplomaron otra vez y anotaron caídas de hasta el 8 por ciento. Los bonos cotizan por debajo del 50 por ciento de la paridad y tienen rendimientos en dólares cercanos al 20 por ciento. Se trata de tasas inverosímiles en otros países de la región. Brasil, Chile y Uruguay por una deuda similar pagan retornos por abajo del 5 por ciento.
El riesgo país se acercó otra vez a los 2000 puntos. En los paneles de la city no cambiaron la cotización del jueves (1821 unidades). Se ajustará en los próximos días. Esto ya había ocurrido la semana pasada con una demora en la actualización del indicador.
Mundo
El desplome del precio de los bonos en esta oportunidad no se explicó por una novedad del mercado interno que pone en duda el repago de las deudas. El problema fueron las tensiones observadas en el mercado internacional por un rebrote en la guerra comercial.
El presidente de Estados Unidos Donald Trump hizo una jugada fuerte y ordenó a las empresas norteamericanas que dejen de fabricar sus productos en China. Les solicitó que se busque un reemplazo inmediato para los fabricantes chinos.
La declaración generó pánico en los mercados internacionales. Las bolsas de Nueva York no consiguieron contener las presiones de los inversores y perdieron hasta el 3 por ciento. Los indicadores de volatilidad subieron 19 por ciento y los capitales buscaron nuevamente ponerse a resguardo en bonos del tesoro norteamericano. La tasa de interés de estos títulos anotó una baja de más del 5 por ciento y cerró en 1,529 puntos.
Dólar
El mercado cambiario -a diferencia de las acciones y los bonos- no se mostró inestable. El dólar minorista finalizó la semana en 57,31 pesos (suba de 7 centavos en la jornada). El tipo de cambio mayorista cerró en 55,15 pesos (alza de 6 centavos). El Banco Central subastó 50 millones de dólares propios y continuó ofreciendo los 60 millones diarios a cuenta del Tesoro. El volumen de operaciones fue muy bajo (487 millones).
Reservas
Las divisas de la autoridad monetaria siguen sin encontrar un punto de equilibrio. Se ubicaron en 58.259 millones de dólares y computaron una caída de 149 millones respecto del jueves. Hace 19 jornadas que el Central pierde reservas. Desde mediados de julio la caída acumula los 10.480 millones de dólares.
En los últimos días uno de los principales puntos para explicar la caída de las reservas fue la pérdida de depósitos en moneda extranjera. Desde el viernes previo a las elecciones PASO se perdieron 2367 millones de dólares de depósitos. Esta cifra acumulada llega hasta el marte 20 de agosto.