A propósito de los incendios que están ocurriendo en la región amazónica el obispo Oscar Ojea, presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), se sumó a una iniciativa del papa Francisco para pedir un rápido acuerdo entre gobiernos y una convocatoria "a las autoridades mundiales a que podamos detenernos un poquito y pensar lo que estamos haciendo con el planeta". En una declaración sobre el tema difundida hoy, la máxima autoridad de la Iglesia Católica en Argentina denunció que "hemos abandonado lo que es el cuidado de la creación y sea por el extractivismo, sea por la tala indiscriminada de árboles, la contaminación del agua, estamos maltratando a nuestra tierra".
El obispo calificó de "desastre" lo que está ocurriendo en el Amazonas "y en otros lugares de la tierra", y advirtió que lo que sucede en territorio amazónico "adquiere una importancia ilimitada", teniendo en cuenta que el río Amazonas "aporta el 20% de reservas de agua dulce del mundo y tiene un porcentaje importante del carbono del mundo" y por ese motivo "es un pulmón para la tierra y eso es lo que estamos depredando los seres humanos".
Considera Ojea que "el calentamiento global adquiere una gravedad inusitada" y que se han "provocado estos incendios que han causado terror porque a futuro inmediato ya nos vemos con enormes problemas". Y se pregunta "¿en qué lugar tenemos que ponernos para escuchar el grito del pobre y el grito de la tierra?". El obispo de San Isidro denuncia expresamente a la propaganda y los medios de comunicación "que nos hace mirar para otro lado, decir que estos son problemas que vendrán el día de mañana, quizá para otras generaciones". Porque, afirma el Presidente de la CEA, "es un enorme egoísmo no pensar en las próximas generaciones; nuestra vida deja de ser fecunda, nuestra vida deja de tener puertos sino pensamos a quien le vamos a dejar lo que nosotros estamos pidiendo y trabajando".
Por último el presidente del Episcopado señala la importancia de "vivir el paradigma del cuidado, del respeto y la protección de nuestra hermana madre tierra", señalando que ello "implica también el cuidado, el respeto y la protección de cada ser humano habitante de este planeta".