Con “El peluquero” cierra mi libro Hay gente que no sabe lo que hace, publicado en 2016 por Paisanita Editora.
Es difícil saber de qué está hecho un cuento.
Una experiencia personal, el momento en que me di cuenta de que alguien al que quería había cambiado, que ya no era la persona que conocí. Alguien que, desorientado de sí mismo, había decidido hacerles pagar a los demás su propia infelicidad.
Cierto fetichismo por las peluquerías. Me gustan las historias, las películas, las fotos que tienen como escenario las peluquerías. Son lugares donde pasan muchas cosas a la vez, se habla bastante, se escuchan historias de personas que no conocemos, suenan teléfonos, suenan secadores, suena una radio o una televisión, se leen revistas como ¡Hola!, Caras, Gente, Pronto. Hay espejos que nos reflejan y gente que parece escucharnos (o no). Es una especie de intimidad forzada. Me gusta que el pelo esté tan asociado a nuestro estado de ánimo, a los cambios y a las continuidades.