Formado entre ambos lados del Atlántico, la Universidad de Buenos Aires y el University College de Londres (en ambas instituciones se doctoró en historia), Ezequiel Adamovsky viene indagando en diversos tipos sociales existentes en la sociedad Argentina a través de sus devenires. Bajo tal influjo, publicó tres libros clave: “Historia de la clase media argentina: Apogeo y decadencia de una ilusión, 1919-2003”, en 2009; “Historia de las clases populares en la Argentina, de 1880 a 2003, en 2012” y el singular “La marchita, el escudo y el bombo”, en coautoría con Esteban Buch, en 2016. En este sentido, el flamante trabajo sobre el gaucho configura parte de la zaga de sus preocupaciones esenciales como historiador e investigador. En este caso, orientadas por preguntas que dan carnadura, por caso, a contradicciones del tipo ¿cómo puede ser que nuestro héroe nacional sea un resentido con problemas de bebida que asesina sin razón a un compatriota?, y por una sentencia que alerta: “Como símbolo nacional, el Martín Fierro hace ruido, funciona mal”. Desde tales preguntas madre, el autor construye un relato histórico e historiográfico apuntalado en los conflictos irresueltos que marcaron la constitución como nación y que se reflejan --tal como indagan sus libros anteriores a través de otras temáticas-- en los antagonismos del presente. Adamovsky también es autor del libro “Euro-Orientalism: Liberal Ideology and the Image of Russia in France 1740–1880” (2006), además de ser investigador independiente del Conicet, profesor de la Universidad Nacional de San Martín y de la UBA. En tanto que su trabajo fue distinguido en tres oportunidades; en 2009 con el James Alexander Robertson Memorial Prize; en 2013 con el Premio Nacional (primer premio categoría Historia) y en 2016 con el Premio Houssay.
Este es un contenido original realizado por nuestra redacción. Sabemos que valorás la información rigurosa, con una mirada que va más allá de los datos y del bombardeo cotidiano.
Hace 37 años Página|12 asumió un compromiso con el periodismo, lo sostiene y cuenta con vos para renovarlo cada día.