Las reservas internacionales marcan el ritmo de la crisis financiera. En las últimas 4 semanas registraron una caída de 10.685 millones de dólares y por el momento el retroceso no se detiene. Este lunes bajaron otros 344 millones de dólares. Se ubicaron en 57.915 millones: la cifra más baja desde diciembre. La principal discusión del mercado es cuántos dólares propios van a quedar en la autoridad monetaria para la próxima gestión.

Las divisas del Banco Central no son todas del organismo y por eso algunos economistas hablan de reservas netas (descuentan las deudas que tiene la entidad con otros inversores). Los casi 58 mil millones de dólares de las reservas brutas pueden desagregarse en distintas fuentes. El resultado es que 44 mil millones son divisas que no pueden usarse libremente y los otros 14 mil millones de dólares son recursos propios.

* Los encajes de los depósitos en moneda extranjera de los bancos son uno de los principales elementos para descontar de las reservas brutas. Suman 15 mil millones de dólares y no son un activo del Central sino que le pertenecen a los clientes bancarios. Simplemente se guardan en las reservas por un motivo de regulación del sistema financiero.

* Los swap negociados con la autoridad monetaria de China son otro de los recursos que no le pertenecen directamente al BCRA. El monto de estos instrumentos no es menor: suma 19 mil millones de dólares (la tercera parte de las reservas). En el Central pueden decidir usar estas divisas pero deberán pagar a cambio una tasa de interés y renovar la deuda o devolver las divisas en el corto plazo. La Argentina por un tema contractual no puede entrar en conflictos con FMI si quiere activar el swap.

* El Central computa en sus reservas unos 8 mil millones de dólares que el Fondo aportó con fines específicos. Se trata de 6 mil millones para el fortalecimiento de las arcas de la autoridad monetaria y otros 2 mil millones que se anotaron como divisas en cuentas del Tesoro (el Central liquida de esas cuentas 60 millones de dólares por día y le da los pesos equivalentes a Hacienda).

Las cuentas ahora son simples. Las divisas brutas del Central suman 58 mil millones. El monto baja a 14 mil millones cuando se le restan los encajes de los depósitos, los swap con China y las divisas con fines específicos del FMI. Estas son las reservas netas. Es la cifra que más se escucha en los almuerzos de los consultores de la city.

La pregunta del millón es cuánto serán estas reservas netas a finales de año. No es un dato menor. Son las divisas que el sector público puede usar para intentar controlar una corrida cambiaria o pagar vencimientos de deuda sin tener que darle explicaciones a nadie. En palabras simples: son el poder de fuego del Banco Central.

Las estimaciones del mercado se concentran en dos escenarios. El primero es optimista: considera que el FMI desembolsa los 6 mil millones de dólares del crédito stand by previstos hasta diciembre. En este caso las reservas netas terminarían 2019 por arriba de los 5 mil millones de dólares. El segundo es pesimista: computa que el Fondo no aprueba los pagos. El resultado sería que las reservas netas para fin de año serían cero y con el problema extra que no se podrían activar los swap con China.

En ambos escenarios se supone que se pagarán 7 mil millones de dólares en deudas hasta fin de año (5 mil millones de Letes y 2 mil de intereses de bonos) y se calcula además intervenciones por casi 6 mil millones de dólares en el mercado cambiario para cubrir la parte de la dolarización del vencimiento de plazos fijos y Lecap.