Angelito Di María y su padre podrán avanzar ahora sin problemas en la construcción de un nuevo edificio en Rondeau 1726. Tal es la conclusión de la reunión de ayer de la Comisión de Planeamiento del Concejo Municipal, donde se le dio el visto bueno al pedido acercado por el concejal de Cambiemos, Agapito Blanco. La iniciativa fue apoyada por su pares, Horacio Ghirardi, Maria Eugenia Schmuck, Carlos Cardozo y Agustina Bouza, pero encontró serios reparos de Fernanda Gigliani y Juan Monteverde. "Le están dando la posibilidad de construir a esta gente con un Código Urbano viejo, más metros cuadrados y altura que el actual, porque sacaron un permiso de obra antes del 2012 pero nunca hicieron nada", dijo Gigliani. El dato no es menor: el permiso vence a los seis meses y la Municipalidad ya constató que no comenzaron la obra. "Es una vergüenza esta autorización", bramó Gigliani ante Rosario/12. La disputa verbal no escapó al recinto donde cesionó la Comisión, y fue Monterverde el objetivo de las críticas del trío de ediles de Cambiemos. "Vos siempre nos juzgás como ladrones, y nos tenés cansados", le gritaron en la cara los ediles del Pro.

Boulevard Rondeau 1726 al 1732 es la numeración del nuevo emprendimiento que llevara adelante la familia Di María. "La discusión principal es que este es un permiso de edificación del año 2012 pero la norma se modificó en 2013. Ellos no iniciaron las obras después de seis meses y a pesar que tenían un año para reiniciarlas no hicieron nada. Asi que la municipalidad declaró la caducidad de este proyecto junto a muchos otros más" explicó Gigliani.

"Este expediente en especial tiene más de 200 fojas en las cuales cada dependencia municipal que intervino, como al área Jurídica, dictaron la caducidad. Pero ahora vienen algunos concejales apoyando el pedido de que se retrotraiga la caducidad y se reactive el proyecto, pretediendo así que se les aplique la vieja normativa, que son más metros cuadrados y altura" remarcó la concejal en referencia al edil Blanco que además es constructor en su actividad privada.

"Vos siempre nos juzgás como ladrones, y nos tenés cansados", le gritaron en la cara a Monteverde los ediles del Pro, Blanco, Cardozo y Bouza.

"Hoy podrían construir con esa estrategia más altura y mas metros cuadrados, está clara la jugada pero el tema que más provoca es que los propios concejales oficialistas votan con Cambiemos cuando sus propios funcionarios municipales dictaron la caducidad del proyecto. Es muy extraño esto", dijo Gigliani.

En rigor, no es la primera vez que en los últimos tiempos un constructor logra revertir la caducidad: hace poco tiempo el edil Blanco acompañó al empresario de apellido Poggio junto al gremio de la construcción con un fin similar. "Ahora como un efecto dominó todos quieren lo mismo", confesó, dolida, Gigliani.

 

En la misma reunión los ediles de Planeamiento recibieron a propietarios de departamentos de un edificio ubicado en avenida Francia 262/264, quienes concurrieron tras haberse enterado a través de medios de comunicación de la discusión planteada sobre tal construcción, a partir del pedido de excepción para lograr el final de obra. Indicaron que "no pueden escriturar" y que están viviendo desde 2014 con un boleto de compraventa.