El chofer del micro de la empresa Turbus, que el sábado a la madrugada volcó en una ruta de Mendoza y dejó como saldo 19 muertos y más de 25 heridos, quedó más complicado tras las declaraciones de varios testigos del siniestro vial. Su propio copiloto aseguró que el conductor omitió las advertencias por exceso de velocidad. Alejandro Gullé, procurador de la Corte Suprema de Justicia de Mendoza, admitió que el exceso de velocidad en los ómnibus que viajan a Chile “es bastante común para llegar más rápido a hacer el trámite en Migraciones”. Por su parte, los siete pasajeros que aún continúan internados evolucionaron favorablemente, de acuerdo con los últimos partes médicos.
La situación judicial de Francisco Ancheza, el chofer que conducía el micro, quedó más complicada tras los testimonios. Varios testigos indicaron que el conductor manejaba a más de 100 kilómetros por hora en la ruta nacional 7, a la altura de Curva de Yeso –lugar del siniestro– donde la velocidad permitida no supera los 40 kilómetros por hora. Pedro Vargas Campos, el conductor con quien Ancheza alternaba tramos al volante del ómnibus durante el viaje y que al momento del choque cumplía el rol de acompañante, ratificó lo contado por los sobrevivientes. “Iba descansando cuando fui despertado por los gritos de los pasajeros, quienes pedían que se bajara la velocidad”, declaró. Luego de la tragedia vial, los dos conductores fueron demorados en la Oficina Fiscal número 11 de Luján de Cuyo, donde Vargas Campos fue liberado a las pocas horas de su detención, mientras que Ancheza fue imputado por el fiscal Gustavo Pirello de los delitos de “homicidio simple con dolo eventual más lesiones gravísimas, graves y leves en concurso”, acusación que puede traducirse en una pena de 8 a 25 años de prisión.
“Estamos presentes ante un homicidio con dolo eventual. Hay testimonios claves que aseguraron observar algunos derrapes previos, además de las advertencias de los pasajeros de exceso de velocidad que él no atendió. Estoy con el convencimiento de que cabe la figura de dolo eventual”, afirmó Pirrello ante medios locales.
El accionar imprudente de los conductores en la ruta nacional 7, que vincula la provincia cuyana con Chile, no fue una excepción, de acuerdo con Alejandro Gullé, procurador de la Corte Suprema de Mendoza. “Tengo entendido que esta conducta es bastante común porque los choferes quieren llegar primero a la oficina de Migraciones porque sino la espera para hacer el trámite es muy larga”, indicó el magistrado.
La propia empresa chilena Turbus trató de responsabilizar únicamente a Ancheza por el siniestro del viernes pasado. Así lo manifestó Victoriano Gómez, gerente de Comunicaciones, quien remarcó que “todo hace pensar que el chofer no iba respetando la velocidad permitida y que efectivamente hubo una falla humana”. El historial de viajes fatales no colabora con la compañía de transporte: durante la última década se registraron más de 100 muertes, las últimas con fecha de junio del 2016 cuando en la localidad de Ovalle, cuatro pasajeros fallecieron luego que el chofer de Turbus se durmiera mientras iba manejando.
Por último, los siete heridos que aún permanecen internados continúan evolucionando favorablemente. Uno de los cuadros más complejos es el de un chico de tres años asistido en el hospital pediátrico Humberto Notti. Raúl Rufeil, director del centro médico, aseguró que “el niño sigue en terapia intensiva, pero hoy (ayer) le fue retirado el respirador artificial y presenta mejoras”.