Martín Moon dice que hay características que asemejan a la Argentina con Corea: su población, por ejemplo, de unos 50 millones de habitantes y 10 millones en la ciudad capital. El desarrollo de la industria editorial, y el impulso que desde el Estado se le ha decidido dar como política activa, no es precisamente un punto en común entre estos países. Solo en Seúl hay cerca de 30 mil editoriales, y en todo Corea casi 60 mil. “No fue magia”, podrían decir los coreanos: la Agencia de Promoción de la Industria Editorial de Corea (KPIPA), que con el expreso fin que le da nombre realiza acciones como traer esta feria a Buenos Aires, tiene un presupuesto anual de 35 millones de dólares, y para el año próximo prevé ampliarlo. La política de apoyo a las pequeñas y muy pequeñas editoriales está entre los objetivos declarados y ejercidos de la agencia estatal. Fue la expansión de estos sellos independientes en los últimos años la que posibilitó semejantes números.