“Confiamos en que las cuentas están en regla para que se concrete el próximo desembolso previsto en el acuerdo con el FMI”, sostienen desde el Palacio de Hacienda. Ajenos a las políticas y decisiones del gobierno que condujeron a la crisis, los colaboradores del flamante ministro Hernán Lacunza adjudican la escalada del dólar y el incremento en el riesgo país al contundente comunicado difundido el lunes por el Frente de Todos al finalizar el encuentro de Alberto Fernández con los enviados del organismo multilateral. “Tenemos un diálogo muy fluido con los representantes del FMI. Seguimos trabajando la parte técnica con ellos y están revisando los números”, indicaron en el gobierno al intentar despejar dudas sobre el desembolso por 5400 millones de dólares. Esos recursos deberían ingresar a partir del 15 de septiembre pero la experiencia reciente evidencia que la operación suele concretarse, por lo menos, dos semanas después de la fecha prevista debido al proceso burocrático del organismo. Existen dos casos recientes donde el Fondo suspendió transferencias: Túnez en 2017 y Mozambique en 2016. El tamaño de los créditos y su relevancia en la cartera del FMI eran insignificantes frente a la magnitud (y riesgos) asociados al préstamo pactado con el gobierno de Mauricio Macri.
Aunque no se trata de la misión formal, la delegación del FMI que está en Buenos Aires continuó el martes con la supervisión de la economía argentina en las oficinas del Banco Central. El acuerdo Stand-By firmado entre Argentina y el FMI apenas un año atrás estableció un esquema de trece desembolsos. Hasta ahora se concretaron cinco transferencias que representan el 78 por ciento de todos los fondos comprometidos. Los recursos correspondientes al sexto tramo deberían estar disponibles a partir de mediados de septiembre. La fecha está sujeta a la finalización de la revisión del acuerdo por parte de los equipos técnicos y el visto bueno de los directores del organismo. Por eso la llegada de los 5400 millones podría postergarse hasta octubre. La convicción que buscan exhibir Lacunza y sus colaboradores se respalda en el cumplimiento del ajuste fiscal previsto en la letra chica del préstamo. Al abrazarse a la marcha del programa de austeridad, los funcionarios eligen desconocer que los interrogantes del FMI no residen en la marcha del ajuste.
Hasta ahora el respaldo explícito del gobierno de Estados Unidos fue determinante para garantizar el acceso al préstamo más grande en la historia del FMI y la flexibilidad del organismo para autorizar prácticas consideradas heréticas en el restrictivo manual del organismo. El responsable de garantizar los intereses estadounidenses es David Lipton. Es el número dos del FMI que en la actualidad se desempeña como director gerente interino hasta la llegada de la búlgara Kirstalina Georgieva. Si, como aseguran en el Palacio de Hacienda, se concreta la próxima operación prevista en el acuerdo, el organismo multilateral habrá desembolsado el 88 por ciento de los 56.000 millones de dólares durante la gestión cambiemita. El próximo gobierno recibirá una suma que ronda los 7000 millones de dólares y, si no se renegocian los términos del acuerdo, deberá cancelar la totalidad del crédito.
En ese contexto, los enviados del FMI buscan obtener algún guiño o validación del Frente de Todos. Desde la perspectiva de los técnicos enviados por el organismo, Argentina enfrenta una prolongada transición política en un escenario financiero y económico de extrema vulnerabilidad. Como la profundización de la crisis no sólo implica una catástrofe reputacional para el Fondo sino también un agujero financiero para el organismo, el director del Departamento para el Hemisferio Occidental, Alejandro Werner, y el Jefe de la misión para Argentina, Roberto Cardarelli, intentan legitimar con la oposición las consecuencias del programa de austeridad y reformas. “Quienes han generado esta crisis, el Gobierno y el FMI, tienen la responsabilidad de poner fin y revertir la catástrofe social que hoy atraviesa a una porción cada vez mayor de la sociedad argentina. Para ello deberían arbitrar todos y cada uno de los medios y las políticas necesarias”, indicó el Frente de Todos al finalizar el encuentro que mantuvieron con el organismo el lunes. Esa misma noche los voceros del Fondo emitieron un inusual comunicado donde negaban que sus representantes hubieran planteado en el encuentro con Fernández y sus referentes económicos que el resultado de las elecciones primarias había dejado un "vacío de poder" en la Argentina.