ProPublica es una organización sin fines de lucro dedicada al periodismo de investigación. Desde su inauguración en 2007 es señalada en el mundo entero como el modelo a seguir, con su combinado de riqueza periodística, éxito financiero y la entrega de importantes investigaciones a grandes medios sin cobrarlas. Su objetivo es difundir lo que investiga su sala de redacción independiente, financiada con donaciones filantrópicas y aportes de los lectores. En ese equipo, Derek Willis desarrolla aplicaciones de noticias con foco en la política, particularmente en elecciones.
“El hecho de que la mayoría de las contribuciones a partidos políticos durante las elecciones de 2015 hayan sido en efectivo sugiere que los partidos prefieren que el público no sepa sus fuentes de financiamiento. Pero conocer quién les aporta, quién está detrás de ellos, es importante porque habilita al votante a tener más claro cómo actuará cada candidato ante determinados asuntos. El financiamiento privado es usual y no significa corrupción per se, pero conocer cuáles son las fuentes de financiamiento nos ayuda a entender mejor el contexto de cada candidato y quién es”, explica Willis, quien también fue reportero de The New York Times y editor de bases de datos para The Washington Post y el Centro para la Integridad Pública, además de cofundador de Open Elections, un proyecto para publicar resultados electorales de los 50 estados de Estados Unidos.
ProPublica revolucionó la idea de hacer periodismo enfocado en los lectores-ciudadanos cuando mostró un modelo de negocios y supervivencia alternativa: al no tener fines de lucro y no depender de anunciantes ni de ventas, la producción “se enfoca en lo que realmente se cree necesario investigar”. Su modelo se hizo famoso en 2010 y 2011 porque ganaron dos Pulitzer y todo el mundo quiso ser como ellos. “Puede ser replicado en las situaciones correctas, sobre todo donde hay una buena base de potenciales aportantes. Necesitamos pensar en modelos de negocio diferentes, incluyendo los que son sin fines de lucro, pero también otros medios y modelos no tradicionales.”
En un evento electoral como el argentino y habiendo visto cómo el proceso por el cual Donald Trump llegó a la presidencia de Estados Unidos lanzó el concepto de “fake news” al estrellato, ¿será necesario invertir más tiempo en detectar la desinformación que en producir investigaciones? “Hay que estar alertas, claro, pero no sé cuál es el balance correcto entre cobertura electoral, refutación de informaciones falsas e incorrectas, y producción de investigaciones. Creo que debemos dar a los lectores lo que sabemos, bien investigado y con datos difíciles de refutar.”
¿Se puede escapar de las manipulaciones políticas de los medios y las noticias?
–No sé si podemos evitarlo del todo, pero de todos modos esos ataques estuvieron desde siempre. Los políticos lo encuentran útil porque distraen y corren el foco de los temas y problemas que verdaderamente importan. Lo que diga un político acerca de ProPublica no es importante, solo nos debemos enfocar en contarle al lector lo que el poder puede hacer y lo que hace. Eso sí, siempre repudiando los ataques focalizados a periodistas.