Con la consigna "Urgencia para enfrentar el hambre", los movimientos sociales hicieron una multitudinaria concentración frente al Ministerio de Desarrollo Social, en la que pidieron al Gobierno que refuerce el envío de alimentos a los comedores y suba el salario social complementario, entre otras medidas de protección frente a la inflación. La protesta sacó a prácticamente todas las organizaciones a la calle a la misma hora en la que el dólar volvía a dispararse. Desde el palco montado sobre la Avenida 9 de Julio, los principales referentes de las agrupaciones advirtieron que los sectores más empobrecidos de la sociedad no pueden esperar a diciembre para tener respuestas.
La actividad fue convocada por la CTEP, Somos Barrios de Pie y la Corriente Clasista y Combativa (conocidos como Los Cayetanos) más el Frente Darío Santillán. Son las organizaciones de mayor tamaño, que este año confluyeron en el armado de unidad del Frente de Todos. En el palco que montaron frente al despacho de Carolina Stanley estuvieron dándoles su apoyo dirigentes sindicales de la CGT y las CTA. A su vez, también se movilizaron a la 9 de Julio las agrupaciones de izquierda, encabezadas por el Polo Obrero y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL). Los organizadores hablaron de 250 mil personas en la calle.
“Estamos recontra preocupados porque el Gobierno constitucional de la Argentina, que tiene mandato hasta el 10 de diciembre por más que haya perdido las PASO, no reacciona. El Presidente tiene que dejar de boludear, buscar culpables y empezar a laburar. Tiene que resolver la emergencia social y alimentaria que tiene la mitad de nuestro pueblo. Los comedores no tenemos proteínas, no tenemos leche, no tenemos pollo, ni carne, a lo sumo nos queda algo de fideos. La gente está sufriendo. Hay una situación de desesperación y el Gobierno sigue con las chicanas, con la campaña. No se da cuenta de la gravedad de la situación”, planteó Juan Grabois (CTEP) en la protesta.
La salida a la calle había sido planeada inicialmente para la semana pasada, cuando el Gobierno había convocado al Consejo del Salario para definir una recomposición del mínimo, vital y móvil. Luego postergó su reunión para este viernes. Los dirigentes vienen pidiendo ser parte de esa mesa de discusión, ya que el salario social que cobran los integrantes de las cooperativas está atado al salario mínimo: por ley, es la mitad.
El reclamo es que el salario social, que actualmente es de 7500 pesos, tenga una mejora del 30 por ciento. La jornada expresó además los pedidos de sanción de la Ley de Emergencia Alimentaria, la extensión del bono de 2 mil pesos (que cobrarán los trabajadores formales) a los de la economía informal, la suba de las jubilaciones y de las pensiones mínimas.
Desde la mañana, las columnas de manifestantes comenzaron a concentrarse en varios puntos del centro porteño. A la 10, el Ministerio de Seguridad calentó las pantallas de la televisión con un ostentoso operativo policial y la instalación de una vallado, en el Puente Pueyrredón, a pesar de que no estaba previsto su corte. La televisión mostró cómo, pese a este envío de la policía, hubo columnas de manifestantes que se subieron a la Autopista 25 de mayo, con lo que -mucho más en el armado televisivo que en lo que estaba sucediendo en realidad- se vieron momentos de tensión. Hubo contingentes que marcharon a contramano, y entre medio de los autos. Luego las imágenes de la multitud llenando la 9 de julio terminaron imponiéndose en las transmisiones por encima del operativo en el puente.
En el acto de cierre, los Cayetanos llamaron a votar para sacar al neoliberalismo del gobierno. “Los grupos económicos trabajan en contra de nosotros y Macri es la expresión de ellos, de la política de exterminio", dijo Esteban “Gringo” Castro, titular de la CTEP. Daniel Menéndez, de Somos Barrios de Pie, agregó que “la política tiene que ponerle un límite al FMI, como lo hizo Néstor Kirchner en 2003”. Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa, apuntó que el presidente Macri “sufrió un duro golpe el 11 de agosto y el 27 de octubre tenemos que darle otro, suficiente para que no vuelva a dirigir el país”.
Los dirigentes aseguraron también que los movimientos se seguirán movilizando para que el próximo gobierno implemente como políticas de Estado los seis proyectos de ley presentados por el sector para impulsar la economía popular. “Los movimientos sociales venimos dando respuesta a la crisis. En nuestros comedores garantizamos la alimentación de miles de chicos, con las cooperativas buscamos salidas ante la falta de empleo, pero sabemos que con eso no alcanza. Por eso vamos a seguir en unidad, poniéndoles el corazón a todas las luchas”, marcó en este sentido Dina Sánchez, del Frente Darío Santillán.
La jornada de protesta incluyó movilizaciones en numerosas ciudades del país, como Rosario, La Plata, La Rioja, Santa Rosa, San Salvador de Jujuy, San Juan, Trelew y Posadas.