El Partido Justicialista dio su apoyo “orgánico e institucional” a la marcha del 7 de marzo. Tras reunirse con los dirigentes de la CGT, la conducción del peronismo respaldó la jornada que, convocada con la consigna “en defensa de la industria nacional y el empleo”, será la primera protesta de la central obrera luego de que diera por fracasado el llamado “Compromiso para frenar los despidos” firmado con los principales grupos empresarios y la Casa Rosada. La marcha contra el gobierno ya tiene la adhesión de las CTA, los gremios del transporte, los movimientos sociales, las organizaciones que nuclean a las PYMEs y las cámaras del sector industrial de la Confederación General Empresaria (Cgera), y ahora va en busca de sumar a las fuerzas políticas.
El encuentro se realizó en el edificio de Matheu 130, la sede histórica del PJ. A la larga mesa oval del salón de reuniones se sentaron el titular del partido, José Luis Gioja, el ex candidato a presidente Daniel Scioli, el senador Miguel Angel Pichetto –jefe de bloque del Frente para la Victoria–, el titular del PJ bonaerense, Fernando Espinoza, y el del PJ Capital, Víctor Santa María, entre otras figuras de la mesa de conducción del peronismo. No hubo ausencias, con la excepción del gobernador formoseño Gildo Insfrán, que avisó que había tenido un accidente y no iba a llegar.
El inicio de la reunión había sido agendado para las tres de la tarde, y la delegación cegetista fue puntual. El triunvirato que conduce la CGT –Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid– llegó acompañado por otros secretarios generales, como Andrés Rodríguez (UPCN), Sergio Romero (de los docentes de UDA) y Rodolfo Daer (Alimentación).
Se habló de los despidos (“seis mil en enero, sólo en los sectores industriales”, dijo Héctor Daer), las suspensiones y la intención del equipo económico de ponerle un techo del 20 por ciento a las negociaciones negociaciones paritarias. Sobre la pérdida de fuentes de trabajo, los dirigentes sindicales criticaron la apertura indiscriminada de las importaciones, la suba de las tarifas y la caída del consumo como un combo imposible de soportar para las empresas del sector manufacturero y las Pymes.
Espinoza describió un panorama sombrío de lo que se vive en La Matanza por la destrucción del empleo formal y sus efectos en la caída de la economía informal. “El peronismo decidió acompañar la marcha de la CGT para reclamar al presidente Macri que cambie este rumbo que sólo beneficia a los más ricos”, declaró más tarde el jefe comunal, anticipando que hay una decisión del PJ bonaerense de sumarse activamente a la movida.
El encuentro fue definido como de “coincidencia total”, y se evitó cualquier cruce público en una mesa en la que, aunque todos bajo el amplio arco de la identidad peronista, sentó a kirchneristas junto dirigentes sindicales que mostraron mayor tolerancia a las políticas PRO. Scioli, hoy vicepresidente del PJ, apuntó que como candidato “avisamos que estas cosas iban a pasar y nos decían que hacíamos la campaña del miedo”, pero agradeció también el acompañamiento que tuvo como candidato a presidente.
La gobernadora de Catamarca, Lucía Corpacci, sumó a la descripción del panorama del trabajo el conflicto docente y se quejó de la difícil situación en que quedaron los gobernadores luego de que el macrismo suspendió la paritaria nacional y dejó solas a las provincias en las negociaciones salariales. La mandataria apuntó a la contradicción de apoyar la lucha de los trabajadores para que no haya despidos ni techo en las paritarias, y tener que decirle a los docentes en la paritaria provincial que no van a aumentarles el sueldo.
“El justicialismo apoya la movilización, y apoya cualquier expresión y acto en línea con recuperar los derechos de los trabajadores”, definió al término de la reunión el presidente del PJ nacional, José Luis Gioja.
Cambio de rumbo
La movilización del 7 de marzo fue anunciada por la CGT a principios de este mes, luego de denunciar el “incumplimiento” por parte del empresariado de lo que se pactó en la Mesa de Diálogo creada por el gobierno tras el veto presidencial a la ley antidespidos.
Para después de la marcha, que irá al Ministerio de Industria, la central anunció un paro general –el primero de la organización contra el gobierno de Mauricio Macri–, que todavía no tiene fecha, aunque sus voceros lo ubican en la segunda quincena marzo.
Ayer, la CGT difundió además un documento sobre las razones de la medida, en el que reclamó al Gobierno “correcciones” en su política económica, industrial y comercial. “Después de más de un año de gobierno las únicas inversiones que han llegado a nuestro país son las financieras”, señaló el texto, que agrega: “la declamada confianza como palanca del progreso sólo produjo ganancias especulativas y la llegada de capitales en busca de una renta rápida y segura”.
La central obrera cuestionó además que “los planes de infraestructura del estado, uno de los motores principales de la economía, quedan sólo en anuncios”. “Es necesario reorientar la política económica privilegiando el desarrollo de un mercado interno fuerte y expansivo, el crecimiento real del poder de compra de los salarios”, demandó.
La central reclamó al gobierno un programa industrial con eje en la sustitución de importaciones y el desarrollo de sectores estratégico; una política comercial que impida el ingreso de productos e insumos innecesarios y que favorezca el ingreso aquellos útiles para el programa industria; una política económica orientada hacia el crecimiento del empleo y el poder de adquisición; un programa destinado a contener la inflación; y la puesta en marcha de un plan estratégico de infraestructura nacional con énfasis en las economías regionales.
Esta semana, el triunvirato seguirá esta semana con las reuniones para sumar a las fuerzas políticas a la protesta. Hoy será el turno de los intendentes del Grupo Esmeralda -Martín Insaurralde, Gabriel Katopodis y Juan Zabaleta, entre otros-, y por la tarde de las autoridades del Partido Socialista. El miércoles, en la sede de Azopardo 802 habrá un plenario de delegados de gremios industriales, y por la tarde el triunvirato hablará con los dirigentes del Frente Renovador que conduce el diputado nacional Sergio Massa.