Mientras aguardan que el Gobierno nacional finalmente reglamente la ley de Emergencia Social, aprobada hace ya dos meses, la preocupación crece hacia el interior del “triunvirato” de organizaciones populares. “El problema es que con la política económica de este Gobierno no hay emergencia social que resuelva nada”, sostuvo Daniel Menéndez, dirigente de Barrios de Pie, que junto con Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) compone el trío de organizaciones sociales que batallan por mejores condiciones de los desocupados y de los trabajadores informales en la era macrista. Este mediodía realizarán una gran asamblea en el Obelisco y el jueves en Plaza de Mayo para reclamar al Ministerio de Trabajo que no recorte programas que apuntan a fortalecer el trabajo autogestionado y cooperativo, en tanto continúan ajustando detalles de la movilización hacia Plaza de Mayo por “tierra, techo y trabajo”, que llevarán a cabo el próximo 13 de marzo, en coincidencia con el aniversario de la asunción del Papa Francisco. “Estamos en un plan de lucha y, por cómo viene la mano, ese plan de lucha se va a endurecer”, advirtió Juan Grabois, de la CTEP.
Los “movimientos populares”, como prefieren llamarse frente al calificativo “piquetero” al que entienden como un “encasillamiento descalificador” observan el presente como “un contexto difícil” que no va a cambiar con el avance de los meses. “La política económica de este Gobierno no dejó nunca de ser de ajuste. Continúan los despidos y las suspensiones en las fábricas, hubo nuevos tarifazos, liberaron importaciones y eso afecta a los que menos tienen, principalmente”, apuntó Freddy Mariño, de la CCC, quien concluyó que “este es un gobierno de ricos y grandes empresarios para ricos y grandes empresarios”.
No obstante, Grabois advirtió que “el problema al que hay que hacerle frente es más profundo que el deterioro del poder adquisitivo, se trata de modificar el sistema económico”. En ese sentido, señaló que el objetivo de la multitudinaria movilización que están organizando para el 13 de marzo próximo es el de “poner en escena pública el programa integral de acción transformadora por el que peleamos y que trasciende el contexto actual: tierra, techo y trabajo”. Entre las medidas que buscan figura una reforma agraria, la eliminación del déficit habitacional y que se cumpla con lo estipulado en la ley de emergencia social y economía popular, que “si bien es un paliativo para lidiar con una situación de emergencia que existe y sigue siendo grave, la entendemos estructural al sistema capitalista global, a la incapacidad del mercado para ofrecer puestos de trabajo para todo aquel que quiera trabajar”, apuntó Grabois. Entienden que ese programa “se debe integrar con el de la CGT y otras fuerzas”, y concluyó: “Las banderas de los movimientos populares siguen sin ser la de los políticos. Ellos están discutiendo otros temas”.
La semana pasada, referentes de las tres organizaciones mantuvieron una reunión con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley, en la que se avanzó en la reglamentación de la Ley de Emergencia Social y Economía Popular, sancionada al cierre del año pasado. La norma establece un aumento presupuestario para los planes destinados al trabajo cooperativo y autogestionado, un bono adicional para los trabajadores que los integran y la creación de un Consejo de la Economía Popular y el Salario Social Complementario (Cepssc) y el Registro de Trabajadores de la Economía Popular. “Sentimos que los políticos están viendo una foto diferente del país que vivimos nosotros y nuestros compañeros. Se ajustan a situaciones netamente burocráticas, como esperar 90 días para la implementación de la ley de emergencia social, pero no entienden que hay miles y miles de familias que no pueden esperar 90 días, que padecen hambre”, se preguntó Freddy Mariño, de la CCC. La ultimación de detalles continuará el próximo 2 de marzo, con lo cual, la ley de emergencia cumplirá un mes más sin ser reglamentada.
Pero la demora en la puesta en marcha de esa norma no es el único problema que afecta directamente al sector que representan la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, además del contexto adverso. Funcionarios del Ministerio de Trabajo informaron la semana pasada que reducirán el alcance de los programas Trabajo Autogestionado y Construir Empleo, dos de los programas que la Ley de Emergencia Social comprometió al Ejecutivo a fortalecer. “Quieren reducir casi mil millones de pesos de esos programas, lo que va a afectar a 20 mil trabajadores”, puntualizó Menéndez. Barrios de Pie lidera hoy, desde las 9, la concreción de ollas populares en todo el país y la confluencia de tres columnas desde Retiro, el Congreso y Puente Pueyrredón hacia el Obelisco en donde participarán de una gran asamblea. La medida será acompañada por la CTEP y la CCC, que el jueves desarrollará una estrategia similar, pero en Plaza de Mayo.
“Vamos a denunciar toda la situación, porque estamos a febrero y ya la cosa está difícil, no queremos llegar a las elecciones sin respuestas ni reacciones”, sostuvo Mariño, quien remarcó que “será un año muy difícil, con mucha controversia y confrontación”. La postura del movimiento que lidera y de los que comparten con la CCC la confluencia que se selló el 7 de agosto pasado y tendrá un nuevo capítulo el próximo 13 de marzo es la de “organizarse y salir a expresarse. Como harán las mujeres en el paro del 8, como harán los trabajadores aunados en la CGT. Vamos a acompañar todas esas medidas y a fortalecer las nuestras también”, añadió.