Desde Roma
La crisis comenzó el 8 de agosto, cuando el ministro del Interior y ultraderechista de la Liga, Matteo Salvini, envió una carta al primer ministro Giuseppe Conte diciéndole que el gobierno no podía seguir adelante tal como estaba. Y después de 20 días de idas y vueltas, de discusiones entre los partidos políticos, de encuentros de los políticos con el presidente de la República Sergio Mattarella, este miércoles la crisis parece haber terminado gracias a un acuerdo entre el Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el Partido Democrático (PD).
Después de dos días de nuevos encuentros con parlamentarios y políticos, Mattarella en efecto convocó para el jueves a las 9,30 de la mañana al primer ministro renunciante, Giuseppe Conte, al palacio del Quirinale, sede de la presidencia. Lo que hace suponer que Conte será el encargado de hacer un nuevo gobierno, según las normas y tradiciones de Italia.
Pero para la formación del nuevo gobierno, Conte deberá acordar un programa entre los dos nuevos aliados y recién luego proponer un gabinete de ministros que deberá presentar al presidente y al Parlamento para que ambos den su aprobación sin la cual no podrían ejercer. Y esto requerirá todavía algunos días.
“Hemos comunicado al presidente de la República que aceptamos la propuesta del M5S de indicar, en tanto partido de mayoría relativa, el nombre del nuevo primer ministro”, dijo el secretario del PD , Nicola Zingaretti, cuando el grupo salió el miércoles del encuentro con Mattarella. Conte fue la persona indicada por el M5S y aceptada por el PD.
La decisión del PD no obstante, ha generado algunas divisiones dentro del partido. Incluso un miembro de la dirección, Carlo Calenda, decidió abandonar su puesto. El secretario del PD, Nicola Zingaretti, tampoco estaba muy de acuerdo en un principio con el hecho de negociar con el M5S y decía preferir que se hicieran elecciones. Pero después cambió de opinión dado que dentro del PD también había sectores, como el del senador y ex primer ministro Matteo Renzi, que estaban convencidos de que era necesario hacer un nuevo gobierno que le diera confianza a los italianos y evitara al país caer en la recesión económica.
La declaración de Zingaretti fue muy clara sobre el acuerdo con el M5S. Porque existe la “exigencia -dijo -de construir un gobierno del cambio y de la discontinuidad para este país”. “Tenemos ante nosotros un nuevo desafío, una nueva estación política, civil y social, la creación de un nuevo gobierno que convenza a los italianos de que las dificultades económicas y sociales existen pero que se pueden superar con el compromiso de todos”, añadió
Según los datos oficiales, la alianza M5S (partido de mayoría relativa en el Parlamento) y PD (tercer partido de Italia en las elecciones de 2018 después de La Liga) podría conseguir la mayoría en la Cámara de Diputados (327 parlamentarios sobre un total de 630) mientras en el Senado, tendría 158 senadores (sobre 319), tres menos de la mitad más uno, necesaria para conseguir la mayoría. Algunos analistas no descartan que pueda conseguir votos del Grupo Mixto o de el grupo Libres e Iguales.
Salvini, por su parte, que ha entendido que cometió un gran error al generar la crisis de gobierno - porque basándose en los datos de las elecciones europeas de mayo en las que se clasificó como primer partido en Italia pensó que ir a elecciones inmediatamente en Italia lo favorecería -, todos estos días trató de llamar de nuevo la atención del M5S proponiéndole la recomposición de la coalición y el voto en el parlamento de algunas leyes que interesan particularmente al M5S, como la disminución del número de parlamentarios que ya se estaba discutiendo. El M5S que llamó “traidor” a Salvini por ser quien encendió la crisis, no quiso saber nada con un nuevo acuerdo y fue adelante en las conversaciones con el PD. Al salir del encuentro con Mattarella, el líder del M5S Luigi Di Maio, contó que Salvini hasta le había ofrecido a él ser primer ministro en caso de una recomposición de la alianza. Pero él la rechazó. “A mí me interesa lo mejor para el país, no para mí. Rechazo la oferta de la Liga aunque no reniego del trabajo hecho con ellos en estos meses”, dijo Di Maio.
La Liga, mientras tanto, ha perdido varios puntos de consenso entre los votantes, según algunas encuestas difundidas en estos últimos días. Y por eso Salvini sigue sus ataques a través de facebook, twitter y todos los medios posibles de Internet. En uno de los últimos videos le pide a Mattarella “que ponga fin a este espectáculo indecente” refiriéndose al acuerdo M5S-PD. “Están desesperados, dispuestos a todo con tal de mantener sus sillones de parlamentarios. No obtendrán la mayoría en este Parlamento”, dijo además. Y cuando salió de su encuentro con el presidente de la República, refiriéndose a la nueva alianza comentó: “Un nuevo gobierno será sólo una larga agonía que nos llevará al final a las elecciones”