El Gobierno publicó ayer el decreto que elimina los aranceles de importación a los productos de informática. El objetivo es que bajen los precios de las notebooks y otros artículos del rubro, algo que en los últimos meses comenzó a suceder, aunque ese movimiento se explica tanto por la intención de las empresas de rematar el stock acumulado como por el bajo nivel de consumo en el mercado local. Los precios están alrededor de un 25 por ciento más bajos que el año pasado y no se espera que continúen cayendo. La contracara de esa modificación en los precios es la destrucción paulatina de miles puestos de trabajo y la pérdida de capacidades acumuladas en la industria local. El aumento del desempleo ni siquiera era una condición ineludible para la baja de precios: el gremio y las empresas insistieron al Gobierno para apelar a medidas alternativas pero no fueron escuchados. En paralelo, fueron licitadas 450 mil computadoras para el programa Conectar Igualdad pero sin requerimientos de producción nacional, sólo ensamblaje, con lo cual es mínimo el impulso al empleo local.
Desde hoy se reduce a cero el arancel de 12 por ciento para el ingreso de partes de computadoras y complementos de informática, como impresoras, plotters, digitalizadoras, servidores y partes de LEDs. El 1 de abril se completa el proceso de apertura con la eliminación del arancel del 35 por ciento para la importación de notebooks, tablets y computadoras de escritorio. Si bien el Gobierno presenta la baja de aranceles a los componentes de las computadoras como una medida pro-industrial, Guillermo Freund, presidente de la Comisión de Electrónica de Cadieel (una de las cámaras del sector) explicó a este diario que “puede mejorar el sistema de distribución de partes de reposición, pero no modifica en nada la situación para la informática, porque no hay forma de competir frente al arancel cero para las computadoras terminadas provenientes de China”.
El empleo
En el sector hay consenso de que el negocio de producción de algunos componentes como la placa madre, baterías, cables y carcazas y el ensamblaje junto al resto de los componentes se vuelve inviable bajo el nuevo marco económico. El grueso del impacto no está en Tierra del Fuego (en donde las empresas se concentran en la producción de celulares, televisores y aires acondicionados) sino en el continente. En el país hay veinte fabricantes de notebooks, tablets y desktops (PC) donde se destacan EXO, PcArts (Banghó y ASUS), Novatech, Coradir, Air Computers, CorporateCorp (Ken Brown), Grupo Nec, Grupo Núcleo (PC Box), BGH, Brightstar, IFSA (Positivo y Toshiba), Grupo Newsan (Noblex, Compaq y Philco), Radio Victoria (RCA), Digital Fuegüina (ASUS). Los casos más visibles hasta ahora fueron los de BGH, que abrió retiros voluntarios, y Banghó, en pleno conflicto gremial luego del anuncio del cierre de su planta de Vicente López y el despido de más de 200 empleados.
“El año pasado entre la expectativa de achique y la caída del consumo se perdieron 2 mil puestos de trabajo y se espera que en el sector informático se pierdan 2 mil más”, analizó Freund. En la UOM son más pesimistas ya que calculan que se perderán hasta 7 mil empleos. El Ministerio de Producción, sin embargo, planteó ayer que “la tecnología más moderna y accesible potenciará el empleo”. Incluso indicó que “en el sector de software en industrias creativas/economía del conocimiento hoy hay pleno empleo y una gran proyección. En 2016 el empleo del sector creció 8,9 por ciento y se crearon 7000 nuevos puestos de trabajo”. El Gobierno sugiere la idea de la “reconversión”, pero no explica cómo un operario de la producción de las baterías puede desempeñarse en una firma de software.
Producción cita el caso de Visuar Samsung, que planea desde hace tiempo aumentar la producción de heladeras en su planta de Cañuelas. “En marzo comenzará a entrevistar a ex trabajadores de Banghó, Alpargatas e Informática Fueguina para cubrir 250 puestos de trabajo nuevos”, dice el comunicado oficial. Pero en el sector advierten que se trata de una inversión planificada hace años. La empresa ya estaba decidida a tomar esa cantidad de personal, por lo cual la pérdida neta de empleo es la misma.
La licitación del Conectar Igualdad por 450 mil netbooks podría ser una buena noticia para el sector pero la conclusión es gris: el Gobierno estableció como obligación que los equipos apenas tengan que ser armados en el país, sin exigencia de ensamblaje de los componentes. De hecho, el comunicado oficial admite que esa medida permite preservar 700 fuentes de trabajo en el sector, cuando el universo de trabajadores es más amplio.
Las otras rebajas
Junto a la eliminación de aranceles a la importación de notebooks y computadoras y otros productos de informática, el Gobierno redujo a cero el impuesto al ingreso de componentes electrónicos que se montan sobre placas en productos de menor porte que fabrica la industria local, como luminarias, alarmas, artículos de electromedicina, fuentes de alimentación y aparatos de comunicaciones. “Es parte de un pequeño listado de componentes que había presentado Cadieel (Cámara Argentina de Industrias Electrónicas, Electromecánicas y Luminotécnicas) como transistores y microprocesadores, que se montan sobre las placas. Esto se venía solicitando hace mucho y es un elemento positivo de parte del Gobierno, aunque no compensa de ningún modo lo que se pierde en término de empleo y de capacidades en el sector de la informática, son volúmenes sideralmente distintos”, señaló Guillermo Freund, presidente de la Comisión de Electrónica de Cadieel. La diferencia con las notebooks es que en este caso se redujeron los aranceles de los insumos y se mantuvieron los de los artículos terminados, lo que mejora la competitividad para la industria local.