En fútbol el que manda es el dinero, y más cuando a un club lo corren las deudas, como a Central. Los canayas debieron dar el brazo a torcer y no pudieron lograr la continuidad de Maximiliano Lovera hasta fin de año. El juvenil talentoso que tiene el club se va a Olympiacos de Grecia si acuerda su contrato con su nuevo equipo. El jugador quiere otro destino para su futuro europeo y espera por una propuesta de Italia. De cualquier forma Lovera será vendido por los compromisos económicos que asfixian a la tesorería de Arroyito. Y Atenas será su próxima parada a cambio de tres millones de euros.

Central quiere vender a Lovera a Olympiacos de Grecia y el jugador prefiere esperar por una propuesta de Italia, donde el libro de pases finaliza el próximo lunes, o en su defecto jugar hasta fin de año en Arroyito.

Pero el deseo del jugador de permanecer en Central para jugar así su primera temporada como titular colisiona con la urgencia de la económica del club, atrapada en un mar de deudas que pone en jaque el pago de sueldos. Tal es la urgencia de Central por vender que la dirigencia ya resignó el objetivo de transferir a Lovera ahora pero para que se vaya en diciembre. Olympiacos lo compra porque lo quiere la semana próxima en Atenas.

Los griegos desembolsarán tres millones de dólares por el 80 por ciento del pase del jugador. Del 20 por ciento restante, 10 quedará en manos de Central y el otro 10 es propiedad del propio jugador. Con estos euros el club sale de sus apremios financieros, pero por unos meses, y se saca de encima compromisos vencidos con los jugadores que abrieron un conflicto con el plantel la semana pasada.

El problema de la negociación es que Lovera no quiere dejar ahora Central, y menos para ir a Grecia. El delantero formoseño tiene ambiciones de ir a una liga de Europa más competitiva y guarda expectativas de recibir una oferta de un club de Italia en las próximas horas. La negociación, por lo tanto, debe zanjar por ahora el acuerdo del jugador a ir a Olympiacos de Grecia. No solo aceptar la transferencia sino además acordar con su nuevo club el contrato. La dirigencia canaya apuesta a persuadir al delantero de que acepte su inminente viaje a Atenas para así el club descomprimir su frente económico.

Las aspiraciones de Lovera de ir a Italia se frustran porque el jugador no tiene pasaporte comunitario. Un escenario que no cambiará a fin de año. Y esta situación llevará al jugador a aceptar la propuesta de Olympiacos, aunque llega en plena competencia.