Tras la polémica desatada por el tratamiento en la Comisión de Planeamiento del expediente que autorizaba a la empresa de la familia del futbolista Angel "Fideo" Di María la construcción de un edificio en Rondeau 1726 -adelantada por Rosario/12- el titular del bloque socialista, Horacio Ghirardi, aclaró ayer que no acompañaron el despacho, que finalmente no juntó las firmas necesarias para debatirlo en el recinto, y que van a proponer un análisis integral de la normativa vigente. "Valoramos junto a mi compañera de interbloque, María Eugenia Schmuck, que había cuestiones planteadas por el profesional actuante que eran atendibles desde el punto de vista urbano, y otras que generaban algunas dudas. Pero a partir de la polémica que se suscitó, analizamos minuciosamente el expediente y decidimos que tenemos modificar la normativa de fondo", argumentó el edil sobre el cambio de postura del oficialismo.

La concejala Fernanda Gigliani, titular de la Comisión de Planeamiento, junto al edil Juan Monteverde, habían expresado su oposición al proyecto tratado el pasado lunes en la reunión. Allí, los concejales del oficialismo, Ghirardi y Schmuck, y los de Cambiemos, Carlos Cardozo y Agustina Bouza, plantearon su apoyo al pedido para reactivar el permiso alcanzado por el concejal de Cambiemos, Agapito Blanco.

"Este expediente en especial tiene más de 200 fojas en las cuales cada dependencia municipal que intervino, como al área Jurídica, dictaron la caducidad. Pero ahora vienen algunos concejales apoyando el pedido de que se retrotraiga la caducidad y se reactive el proyecto, pretendiendo así que se les aplique la vieja normativa, que son más metros cuadrados y altura", remarcó a Rosario/12 la concejala Gigliani, en referencia al concejal Blanco que además es constructor en su actividad privada.

"La discusión principal es que este es un permiso de edificación de 2012 pero la norma se modificó en 2013. Ellos no iniciaron las obras después de seis meses y a pesar que tenían un año para reiniciarlas no hicieron nada. Así que la municipalidad declaró la caducidad de este proyecto junto a muchos otros más" explicó Gigliani.

Ayer, el concejal Ghirardi aclaró que nunca dio el aval al despacho. "Como bloque socialista no vamos a votar ese expediente, que de cualquier manera no ha reunido firmas para llegar al recinto. También es importante aclarar, porque se dio toda una polémica a partir de algunos concejales y concejalas que salen a marcar la cancha antes de que las cosas sucedan. Es muy frecuente que uno hasta último momento valora los expedientes, los analiza, y después lo que vale es si están firmados, de lo contrario siguen en la comisión", argumentó ante la consulta de este diario.

Según el edil oficialista, el expediente para reactivar el permiso de construcción de una torre en la zona norte tuvo "un tratamiento de asesores de cada bloque, después una discusión bastante acalorada en la comisión porque con la concejala Schmuck, mi compañera de interbloque, valoramos que había cuestiones planteadas por el profesional actuante que eran atendibles desde el punto de vista urbanos, y otras que generaban algunas dudas. Pero a partir de la polémica que se suscitó, y que incluso los concejales Gigliani y Monteverde señalaron que el funcionamiento de la comisión es opaco, analizamos minuciosamente el expediente y decidimos que tenemos modificar la normativa de fondo".

"Se dio toda una polémica a partir de algunos concejales y concejalas que salen a marcar la cancha antes de que las cosas sucedan".

Ghirardi consideró que en bulevar Rondeau hay situaciones que deberán evaluarse: "En este caso, un predio que tiene 10 metros de ancho, si se le exige 5 metros de retiro de la medianera es inviable. Algo que oportunamente se pensó con la posibilidad de unificar lotes, en la práctica no está teniendo resultados, hay que darle una respuesta a esta cuestión". El concejal socialista dijo que hay posiciones, como la Gigliani y Monteverde, que "están conceptualmente en contra de la construcción en altura, de los emprendimientos privados o de la cooperación pública-privada para llevar adelante convenios urbanísticos. Nosotros lo vemos distinto, creemos que hay que fomentar la construcción en la ciudad, por supuesto respetando las normativas vigentes y la absoluta transparencia. En un momento difícil del país, nos parece que es un motor del desarrollo de la ciudad y la generación de empleo".

Por otra parte, Ghirardi señaló que se enteró por los medios que detrás del emprendimiento estaba la inversión del padre de Di María. "El expediente está a nombre de un profesional de apellido Prósperi y por ende no tenía conocimiento que como inversor iba a estar Di María, lo cual también le da al tema otro voltaje. Lo más serio en estos casos, y como lo hicimos también con bulevar Avellanada donde había problemas similares, es analizar la normativa, ver qué cosas no han funcionado y corregirlas para que haya una norma general", concluyó el edil.