Cuando habla porque habla, cuando no habla porque no habla. Y ayer el macrismo inauguró un nuevo modo de posverdad que consiste en criticar declaraciones que Alberto Fernández venía haciendo, tomándolas como novedosas. En la red social Twitter, militantes macristas y ejércitos de trolls de dudosa identidad se ocuparon de convertir en tendencia el hashtag #FernándezTraidor después de la difusión de una entrevista que el candidato a presidente del Frente de Todos le dio al diario estadounidense The Wall Sreet Journal en la que aseguró que la Argentina entró en “default virtual escondido” tras la decisión del gobierno de “reperfilar” la deuda y aseguró que la de Mauricio Macri fue la “reeleción más cara de la historia porque le dieron la plata a un gastador compulsivo”. En verdad, Fernández había dicho exactamente lo mismo después de su primera reunión con el Fondo Monetario Internacional. El 28 de junio, la agencia oficial de noticias Telam titulaba: “Estamos en default encubierto”.
Ya es recurrente la estrategia del oficialismo por intentar responsabilizar al candidato del FdT de todo lo que ocurre, aunque lo de ayer ya generó cierto fastidio en el entorno de Fernández por la repercusión en redes sociales de la nota que le dio a un corresponsal del diario financiero neoyorquino al que conoce desde hace años. En esa nota, Fernández aseguró que la Argentina entró en “default virtual escondido” tras la decisión del Gobierno de reperfilar la deuda. "Ahora no hay nadie tomando deuda argentina ni nadie que pueda pagarla. Argentina está en un default virtual, escondido", dijo el candidato. Fue la primera entrevista con un medio extranjero después de su victoria en la PASO, pero no fue la primera vez que hizo esa declaración, similar a la del 28 de junio reproducida por la agencia Télam.
En esa nota, que a su vez levantaba declaraciones de Fernández a Radio Mitre después de su primera reunión con el FMI, podía leerse lo siguiente: “estamos en un default encubierto. Si el Fondo Monetario Internacional no hubiera asistido a la Argentina no se hubiera pagado nada porque el país no exporta”. Fernández agregó en ese momento que “vamos por el mal camino porque el contexto económico es preocupante” y sobre la primera reunión con el organismo de crédito internacional en la que estuvo el representante del Hemisferio Occidental del FMI, el cordobés Alejandro Werner, que “es un hombre sensato” que escuchó atentamente sus inquietudes.
Sin embargo, en las redes sociales no se preocuparon ayer en recurrir al archivo y con el hashtag que lo acusaba de traidor, desde las cuentas de oficialistas identificados y trolls dedicaron la tarde a insultar al candidato a presidente del Frente de Todos por “hablar mal” del país en un medio extranjero y hasta lo trataron de “golpista”. “Obviamente no somos golpistas, pero los que nos acusan se tendrían que tomar el trabajo de recurrir al archivo para acusarnos de golpistas desde que comenzó la campaña” ironizó a PáginaI12 un miembro del equipo del candidato del Frente de Todos.
Fernández le dio la entrevista al Wall Street Journal el jueves y apareció publicada en su edición de ayer. El candidato, quien hasta el momento había elegido guardarse su opinión respecto de las medidas económicas de emergencia anunciadas el miércoles por Hernán Lacunza, se pronunció por primera vez respecto de ese paquete: dijo no estar dispuesto a apoyarlo porque "el mercado ahora sabe a dónde se dirigen". Fernández aseguró que, de resultar electo en octubre, apuntará su administración a conseguir el equilibrio fiscal, aunque sus primeras medidas tendrán que ver con la reactivación del consumo, algo que planea hacer a través de subas de salarios y jubilaciones. Además, dijo intentará contener la inflación con pactos de precios . "Para revertir este ciclo tenés que sacar un plan para que suba el consumo. Y no le voy a pedir permiso al Fondo Monetario Internacional para hacerlo", advirtió. Alberto agregó que los dólares que entraron al país “se evaporaron en fuga de capitales mientras el Gobierno quemó las reservas para contener la depreciación del peso" y agregó que "esta crisis es un déjà vu del 2001. Lo que quiero que entiendan es que el FMI es culpable de esta situación. Fue un acto de complicidad con el gobierno de Mauricio Macri. Fue el desembolso más caro de la historia de la humanidad y se lo dieron a un gastador compulsivo", agregó. En la misma línea, el ex jefe de Gabinete del kirchnerismo dijo que la administración de Macri le causó al país un daño "similar al de 2001": "un default de la deuda, caída de las reservas, una devaluación precipitada y un incremento de la pobreza". Fernández anticipó que está en contra del control de capitales y las expropiaciones. Y aseguró que, de convertirse en presidente, buscará atraer inversores extranjeros con el foco puesto en el desarrollo de Vaca Muerta. Así cerró: "Para nosotros es alarmante que el mundo crea que Macri es la solución".