RED de cine argentino es el nombre de la iniciativa de exhibición lanzada por el Colectivo de Cineastas que, ante la crítica situación que se vive en las salas del circuito comercial, apunta a diversificar la oferta de pantallas para el cine argentino. La idea del colectivo es ampliar el número de bocas de exhibición, pero llevar también el cine independiente y de creación a salas más “amigables”, como pueden ser las de los centros culturales que funcionan en distintos barrios de la Capital, así como en ciudades del interior. Y a precios populares. La iniciativa prevé también darle a la exhibición un marco que amplíe el alcance de cada película, a través de la presencia de los propios realizadores, que sostendrán encuentros con el público antes y después de la proyección.

“En el Colectivo de Cineastas desde hace tiempo venimos expresando nuestra preocupación por la falta de políticas públicas para la exhibición”, dice Francisco Márquez, codirector de la premiada La larga noche de Francisco Santis. “La tendencia a la concentración alcanzó este año niveles absurdos. Avengers: Endgame ocupó el 80 % de las salas, y una sola empresa, Disney, tomó las salas de una manera inédita. Esto hace que nuestras películas no tengan espacio.” Familia sumergida, ópera prima de María Alché y la película que abrirá el primer ciclo programado por el Colectivo de Cineastas, es un ejemplo elocuente de esta expulsión del circuito. Exhibida en varios festivales internacionales, ganadora de un premio importante en San Sebastián, muy elogiada por la crítica y contando incluso con una actriz muy conocida como Mercedes Morán, las salas comerciales no le hicieron lugar y permaneció muy poco tiempo en cartel. Es la clase de injusticia que esta iniciativa se propone reparar.

“RED no va a solucionar los problemas de la exhibición”, acota Hernán Rosselli, cuyo documental Casa del Teatro también será parte del ciclo inaugural. “Para eso hacen falta políticas públicas. Una nueva cuota de pantalla del 25 %, que además se cumpla y garantice que en el año cada sala tenga al menos tres meses de programación nacional. Un cupo a la cantidad de copias por película, además. Eso, entre otras medidas. Una sociedad sin un cine propio pierde la posibilidad de autopercibirse, de pensarse en su diversidad. Se empobrece. La idea de RED es exhibir la mayor variedad de películas posible.”

Los tres centros culturales que alojarán a RED en una primera instancia (la idea es ampliar las bocas de salida) son Simona Espacio Cultural, en la avenida Álvarez Thomas, Zelaya, en la zona de Abasto, y Planta, en Inclán al 2600. El ciclo inaugural prevé la exhibición de Familia sumergida, Infierno grande y los documentales Fragmentos de una amiga desconocida (que acaba de caer de cartel) y Casa del Teatro. Más información y detalle de la programación en https://www.colectivodecineastas.com