Hace apenas 10 días, Rosario/12 publicaba en su portada la nota en la que Alberto Fernández relataba la reunión que habia mantenido con el CEO de General Motors en América Latina, en la que el ejecutivo de la compañia le anticipaba el proyecto de inversion de 300 millones de dolares para desarrollar el SUV (un utilitario, variante de la Tracker que está en el marcado). "Y a rodar, y a rodar" fue el título de la edicion del 21 de agosto. Ayer, quedó formalizado el acuerdo con el gremio Smata que supone la paralizacion de la planta de General Alvear, y a partir de entonces comenzarán las suspensiones rotativas del personal, situación que en principio se extenderá hasta febrero de 2020. La medida no sorprendió ya que julio fue el peor mes de ventas con una caida del 22% en relación al año pasado. Esta situación, es tal vez, la que mejor describe el clima económico social --los suspendidos cobraran el 70% de sus haberes-- en el que se desarrolla la transición en la provincia y el municipio de Rosario. A la luz de los hechos y el cambiante e imprevisible escenario de los próximos días es que "las partes" además de sincerarse, han adoptado la actitud de no tirar de la cuerda por temor a que se corte. De todos modos, como se vió en el ejemplo citado al comienzo de la nota, hay determinantes que superan las órbitas locales y a la vez complican las negociaciones.

"Ya venimos con problemas financieros, y si en el último trimestre del año nos deben 5800 millones por la caja de Jubilaciones, y nos van a faltar entre 3 y 4 mil millones más por el ajuste del gobierno nacional, eso genera un agujero fiscal de 10 mil millones que es muy grande para Santa Fe y que pone en serio riesgo el pago de salarios y proveedores", dijo el Ministro Pablo Farias, jefe de gabinete de Miguel Lifschitz, que de todos modos calificó el deficit como "manejable, en un presupuesto de mas de 300 mil millones, siendo la provincia menos endedudada del pais".

"Tendremos un agujero fiscal de 10 mil millones y que pone en serio riesgo el pago de salarios y proveedores"

Desde ya que no es lo que opina Omar Perotti --quien se encuntra fuera del pais-- pero que dejó instruidos a sus representantes para que hagan conocer los números de "la herencia". Y así fue, ya que las declaraciones de Farias, ratificadas por su colega de Economía Gonzalo Saglione constituyen el primer reconocimiento de una situación que sólo puede emperorar de aqui al cambio de gobierno.

Esa es la preocupación principal, que se traslada además a los municipios, donde la "infantería de Perotti" --es decir los Intendentes del PJ-- ya han salido a reclamar fuertemente por lo que consideran un escenario de conflicto que va más allá de las discusiones en los despachos oficiales. Por una cuestión de no pertenencia, y no por otra cosa, es que no se suman los intendentes de Rosario, Monica Fein y de Santa Fe, Jose Corral, éste último tratando de llegar a finalizar su mandato sin sobresaltos que puedan determinar el fin de su carrera política anticipadamente. Para ello cuenta con una actitud prudente de Emilio Jatón que está conduciendo la transición con un perfil muy bajo, atento a que más allá de poder "responsabilizar" a su predecesor por lo que se encuentre al asumir, sabe que esa excusa dura muy poco y que la ciudadanía que lo votó espera soluciones.

No es muy diferente lo que sucede en Rosario, con el atenuante de que la sucesión es dentro del mismo espacio, aunque últimamente han aflorado más las diferencias que las coincidencia. En el caso de Fein, no hay cálculo político personal. Difícilmente la intendenta aparezca en adelante disputando espacios. Más bien está abocada a "ordenar" la planta que deja, a la que se agregan los funcioarios que dejan sus cargos en Santa Fe y que revisten en la nómina municipal. Hay algunos casos que Pablo Javkin ha observado y son insostenibles. Sin hacer nombres propios, está claro que el retorno a la planta no puede justificar --por ejemplo-- que haya tres o cuatro con categoría de "directores" que haya que reubicar. A eso se agrega que, lógicamente, el nuevo intendente entra con su staff de cofianza.

Fuera de ésto, la intendenta ya se hizo cargo --como corresponde-- de lo que suponía firmar el aumento del boleto, tanto los 30 pesos desde hoy como los 2,5 mas que se agregaran el 29 de septiembre.

En la misma tónica podria inscribirse la reunión entre los gremios estatales y los funcionarios provinciales en la que garantizó la "cláusula gatillo" para la actualización salarial, aunque se dejó abierto a lo que puede suceder en el futuro inmediato la continuidad de su aplicacion. "Hoy sí, mañana no sé" tituló este diario no sin optmismo. Es que aunque no lo puedan o no lo quieran decir, los futuros gobernantes --tanto a nivel provincial como en los municipios-- esperan que se deje sin efecto la cláusula de actualización y se pase a un ámbito de paritarias en el que se pueda discutir con algun grado de previsibilidad ausente al día de hoy.

 

Y es precisamente la imprevisbilidad el mayor enemigo. El déficit, el parate absoluto de la actividad, el corte en la cadena de pagos, la caída de la recaudación, son todos elementos concurrentes que complican la situación, pero lo peor de todo es la incertidumbre. Y si bien no es excusa para no ordenar la eterna transición en Santa Fe, del algún modo tiene limitados a los participantes, quienes prudentemente avanzan hasta donde pueden, y esperan que desarrollen acontecimientos que puedan echar luz sobre el futuro inmediato que paradójicamente aparece cada día más oscuro.