Los encuestadores tienen coincidencias y diferencias respecto de lo que debe hacer el Frente de Todos. En general, están de acuerdo en que debe ayudar a tranquilizar, pero advierten sobre el peligro de ser arrastrado por el gobierno a una cancha embarrada, es decir acuerdos o políticas contrarias a las que viene proponiendo.

Afredo Serrano evalúa que "el Frente de Todos tiene que seguir con la misma tónica: proponer alternativas sólidas para superar este momento crítico, pero sin prometer atajos ni soluciones mágicas. Tanto Alberto como Cristina hicieron una campaña basada en la palabra, en las explicaciones, en argumentos, en símbolos como la unión de todas las partes que no desean una Argentina fallida neoliberal. Es importante, muy importante, que Alberto Fernández evite ser arrastrado por Macri hacia la cancha embarrada".

"La oposición tiene que mantener su postura dialoguista evitando la cohabitación --sintetiza Ricardo Rouvier--. Tratando de no agrandar los daños que se producen y constituirse en un actor de la transición que asegure vías de comunicación con un ciclo que termine cumpliendo con el cronograma institucional. Sí hay aspectos de urgencia que deben ser planteados de cara a la sociedad y por encima de la lucha electoral: la emergencia alimentaria y sanitaria deben ser declaradas por el Estado lo antes posible".

Para Federico Aurelio, "fuera del análisis electoral, el frente que encabeza Alberto Fernández, dada la altísima probabilidad de ser el próximo presidente, debe procurar desde el rol que le compete ser un facilitador de la tranquilidad política que requiere la Argentina en el marco de la grave crisis económica que transita".

"La oposición tiene que hacer lo que está haciendo hasta ahora --opina Raúl Timerman--. Es fundamental igual que tenga un solo vocero, Alberto Fernández. Si él habla, nadie más debe hablar en nombre del Frente. Si se mantiene esa coherencia es muy posible que la diferencia se agrande. Y nada más: trabajar en preparar los equipos de gobierno".