Dos establecimientos educativos de la zona norte, blanco del vandalismo y el saqueo durante este fin de semana. Y en el caso de uno de ellos, el jardín de infantes Nº 232, se trató del cuarto robo que registra en los últimos quince días.

Las docentes del jardín situado en avenida Casiano Casas al 1000, junto a la escuela Nº 825, descubrieron ayer por la mañana que los ladrones habían visitado otra vez el edificio. Solo tuvieron que empujar el acrílico que reemplaza el vidrio de una ventana y entraron. Revolvieron cajones y desbarataron armarios en busca de objetos de valor. Así robaron una computadora, pero también las puertas de los retretes del baño.

Marcela Giorgietti, una de las docentes, expuso en redes sociales imágenes de un cuadro que llamó "devastador", y que se suma a una seguidilla de robos que ocurren en horas de la noche y durante los fines de semana, cuando en el predio escolar no hay actividad.

"Empezaron llevándose las chapas del techo de una salita, luego fueron por las puertas de los baños, los reflectores del frente de la escuela y hoy (por ayer) nos encontramos con que se llevaron computadoras, instrumentos musicales, ventiladores", enumeró la maestra al portal Rosarioplus. "La impresión que nos da es que (los ladrones) se fueron cebando. Vieron que era fácil ingresar, que no hubo respuesta por parte de las autoridades y vinieron por más", dedujo.

En este marco, docentes, padres y otros miembros de la comunidad educativa convocaron para hoy a la tarde a encontrarse en la vereda del jardín de infantes y realizar un abrazo simbólico para denunciar la ola de robos y reclamar protección a las autoridades provinciales, tanto en el área de educación como de seguridad.

A doce cuadras del jardín Nº 232, en barrio La Cerámica, la comunidad de la escuela Nº 1210 "Luis Rullan" también se desayunó ayer con una experiencia parecida, pero con un detalle curioso. Vándalos entraron al edificio situado en Molina y Superí e incendiaron un contenedor que estaba en el interior. El fuego dañó la instalación eléctrica del establecimiento y por esa razón ayer las autoridades tuvieron que suspender el dictado de clases.

"No robaron nada, pero el tendido eléctrico no sirve más", contó la vicedirectora de la escuela, Natalia Bessi. "El año pasado -acotó la madre de un alumno- robaron computadoras, equipos de sonido. Hay poca seguridad en el barrio, y el patrullero que estaba se fue y no volvió más".