En 2016 la producción lechera retrocedió un 14,6 por ciento frente al año anterior. El resultado fue que se duplicó el cierre de establecimientos, según el Observatorio de la Cadena Láctea (OCLA) de la Universidad de Avellaneda. El consumo anual de leche por habitante se ubicó el año pasado en 23,12 litros, es decir, una baja de 25,3 por ciento respecto de 2015, la reducción más pronunciada desde 2001. Las ventas de leche en polvo bajaron un 43,8 por ciento interanual; la manteca, un 13,1; el yogur, un 9,8 y la leche líquida, el 9,3 por ciento. Las importaciones, en tanto, subieron en kilos un 56 por ciento.