Sin mercado interno ni externo donde colocar su producción, terminales automotrices ajustan su operatoria y adelantan vacaciones a sus empleados a la espera de un mínimo horizonte de previsibilidad. Después de la reestructuración que llevaron adelante casi todas las empresas del sector para adaptarse al desplome de la demanda, las filiales de Fiat, General Motors, Renault e Iveco anunciaron esta semana paradas técnicas y recorte de días laborables hasta la decisión de establecer un régimen de disminución paulatina de los días de trabajo hasta el año próximo.

La industria automotriz fue una de las más afectadas del segmento de grandes empresas por el vendaval Cambiemos. De acuerdo con información de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa), en el acumulado a julio (esta semana se conocerá agosto), el sector produjo 182.828 unidades, un 35,6 por ciento por debajo de las unidades ensambladas en igual período de 2018. De esa producción, se exportaron 127.599 automotores, un 13,2 por ciento menos respecto de un año atrás. La diferencia se volcó a un mercado interno completamente deprimido, como aseguran las automotrices. Los datos de la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara) informó que hasta agosto se patentaron 343.463 unidades, un 45,8 por ciento menos que en igual período del año pasado.

Esta situación explica que las empresas tuvieran que ajustar su operatoria. Pese al respaldo incondicional al gobierno, Fiat fue la primera en anunciar un recorte. El presidente de la compañía, Cristiano Rattazzi, otrora crítico implacable de cualquier restricción sobre la disponibilidad de adquirir divisas, consideró que el cepo del macrismo generó “resultados buenos como lo fue con las medidas de los últimos días”. Sobre los controles a la remisión de utilidades, Rattazzi dijo que no lo afectan, porque su empresa no lo hace. Lo que sí hizo es achicar la operatoria. Le anunció a sus proveedores que trabajará sólo cuatro días en todo septiembre, dos esta semana y otros dos la siguiente. Para octubre, los gremios confirmaron que la firma sólo tendrá actividad dos días.

Por su parte, General Motors detendrá la producción las primeras dos semanas de septiembre en la planta de General Alvear, Santa Fe, donde fabrica únicamente el Chevrolet Cruze. Según cifras de la compañía, para el segundo semestre preveía fabricar 15.000 unidades pero apenas llegaría a las 7000. Desde Smata aseguraron que se aprovechará esta parada “para adecuar los volúmenes de producción a las circunstancias actuales del mercado y lograr un equilibrio para brindar certidumbre a la operación, empleados y proveedores en los próximos seis meses”.

En Renault se mantiene el acuerdo de jornadas de lunes a viernes de seis horas por turno, el abono de 70 por ciento del salario, adelanto de vacaciones, suspensiones y prórrogas a contratos. En tanto, Iveco, la principal productora de camiones de carga (segmento pesados) trabajaría 10 días de septiembre, de tres a cuatro días en octubre y mantendrá el mismo esquema en noviembre, para cerrar durante el verano y volver a fabricar recién en febrero.