En Roma, cientos de taxistas protestaron en las cercanías del Parlamento y el Ministerio de Transporte contra lo que parecía la segura aprobación de las operaciones de las plataformas Uber y NCC, en lo que fue el sexto día consecutivo de manifestaciones. Desde hace casi una semana, los taxistas italianos dejaron de brindar servicios en aeropuertos y estaciones de tren de Roma, Milán y Turín, y bloquearon parte de las ciudades, como parte de la protesta contra una enmienda del gobierno que aplaza por un año la reglamentación de los servicios del alquiler de vehículos con conductor que recurre, para ello, a plataformas tecnológicas. El gobierno dilató la decisión tras las nuevas protestas.