El titular del Consejo Nacional Electoral (CNE) de Ecuador, Juan Pablo Pozo, afirmó ayer que no es posible evitar el balotaje para escoger al sucesor del presidente Rafael Correa, porque había una tendencia marcada cuando faltaban contar el cinco por ciento de los votos de las elecciones del domingo pasado. Sin embargo, frente a estas declaraciones Correa aseguró que nada estaba dicho aún. El candidato oficialista, Lenín Moreno, obtenía 39,21 por ciento de los sufragios, por debajo del 40 por ciento necesario para consagrarse en primera vuelta.
“La tendencia está marcada”, dijo Pozo en rueda de prensa en Quito, remarcando que el cinco por ciento de actas escrutadas “no variarán” la tendencia. “No podría cambiar, porque la tendencia señala que está marcada, pero para dar resultados oficiales tenemos que dar una vez que tengamos resultados definitivos”, indicó Pozo.
Correa no tardo en contestar a través de la red social Twitter. “Que se cuente hasta el último voto. Si hay segunda vuelta, los volveremos a derrotar. ¡Hasta la victoria siempre!”.
En las elecciones del domingo, los ecuatorianos fueron convocados para designar al presidente y al vicepresidente de la República, a los 17 integrantes de la Asamblea Nacional, a cinco parlamentarios andinos y además respondieron una consulta popular sobre paraísos fiscales. Para ganar en primera ronda, un candidato necesita un 40 por ciento de los votos válidos y una diferencia de al menos diez puntos porcentuales sobre el segundo. La segunda vuelta estaría prevista para el 2 de abril.
El oficialista Moreno reiteró ayer un llamado franco a la paz y a respetar la voluntad popular sin importar a quien favorezca, en un escenario en el que simpatizantes del candidato opositor Guillermo Lasso, que marcha segundo a más de un millón de votos de diferencia, intentaban posicionar la tesis de un supuesto fraude electoral. “La violencia no debe definir el resultado. Estamos tranquilos y agradecidos con todos. Ayer ya comenzamos nuestro trabajo más allá de lo que decida el CNE. ¡Hay tanto por hacer!”, escribió Moreno en su cuenta de Twitter. Por otra parte, representantes de los organismos observadores acreditados para las elecciones del domingo ratificaron la transparencia, tranquilidad y paz del ejercicio democrático, la seguridad y el papel del Consejo Electoral en la organización del proceso en el que votaron más de 12 millones de ciudadanos.
El conteo de votos de una de las elecciones más reñidas en Ecuador avanzaba ayer con lentitud, cuando la carrera por la presidencia la encabeza Moreno. Los votos que recibió Moreno, ex vicepresidente del mandatario socialista Correa entre 2007 y 2013, lo dejan a la cabeza del conteo parcial y muy cerca de ser elegido en primera vuelta. Moreno destacó: “Es una diferencia bastante grande como para poder consolidar una victoria probable en primera vuelta, pero si ésta no se da hemos esperado de manera paciente, de manera pacífica, los resultados”. Para el analista político Santiago Basabe es complicado que la tendencia que está marcada hasta ahora pueda revertirse en lo poco que falta. “Parecería ser que la posibilidad de una segunda vuelta está ahí”, agregó Basabe, catedrático de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso).
El candidato oficialista aseguró: “Hemos ganado en todo”, refiriéndose a que el partido Alianza País tiene seguros 76 asambleístas y en la consulta popular (planteada por Correa) para prohibir a los funcionarios tener dinero en paraísos fiscales triunfó el SI. Con un 67,8 por ciento de actas escrutadas sobre la consulta popular, el SI ganaba con 54,76 por ciento y el NO tenía 45,24 por ciento. La reforma da plazo de un año para que los funcionarios con cuentas en paraísos fiscales las cierren, caso contrario corren el riesgo de ser destituidos. La Asamblea Nacional está conformada por 137 curules, de los cuales actualmente el oficialismo tiene un centenar, lo que le permite, por ejemplo, tramitar reformas constitucionales o enjuiciar a un presidente o vicepresidente.
“Los resultados definitivos de las presidenciales estarán listos dentro de tres días debido a inconsistencias en las actas de votación”, informó Pozo el lunes. Entre cinco y ocho días demorarán las autoridades electorales en dar los resultados sobre quiénes ocuparán los cargos de asambleísta y parlamentario andino, y sobre la consulta popular. En Ecuador es habitual que el CNE tarde varios días en entregar las cifras definitivas de los comicios, pero en las elecciones de 2013, cuando Correa repitió un triunfo en primera vuelta, se conoció la tendencia con mayor rapidez. La ley da un plazo de diez días al CNE para presentar los resultados de los comicios, con la posibilidad de una prórroga.
“El CNE niega que exista un intento de fraude”, señaló Lasso, quien acusa al gobierno de Correa de controlar el organismo electoral. “Que se demoren tres días para dar los resultados finales, es un intento de fraude y eso no lo vamos a permitir”, escribió el ex banquero en su cuenta de Twitter. Seguidores de Lasso se concentraron desde el domingo frente al CNE, en el norte de Quito, en una vigilia para exigir transparencia en el conteo bajo las consignas de “resultados ya” y “no más fraude”. Militares y policías custodian el edificio del CNE, donde se registraron pequeños roces con los manifestantes.
Por su parte, Correa volvió a usar Twitter para opinar sobre el proceso electoral y el escrutinio. “Si alguien debiera hablar de fraude debería ser Alianza PAIS (AP). Todos los exit poll (4), excepto Cedatos, nos daban desde 40,6 por ciento hasta 46 por ciento de votos. Incluso con el margen de error estadístico de Cedatos también superamos el 40 por ciento”, escribió. Correa agregó que ya se habían escrutado 18 provincias, pero que “sospechosamente” faltaban Esmeraldas, Guayas, Los Ríos, Manabí, Morona Santiago y Pichincha y que, excepto Morona Santiago, todas son las provincias más pobladas “donde AP gana y hasta barre”. “¿Casualidad o una mano chueca infiltrada en el CNE?”, agregó Correa.
En la rueda de prensa, Pozo dijo que invitará a una reunión a los representantes de las misiones de observación y a los dos candidatos más votados para explicarles cómo avanza el escrutinio y las razones por las que todavía no se puede hablar de si habrá o no segunda vuelta, pues “sólo con el 100 por ciento” de los votos será posible determinarlo.