Luego de que la jueza laboral Paula Calace Vigo le diera la razón a cuatro colectiveras que denunciaron discriminación de género de la empresa municipal Movi Rosario, otras tres trabajadoras apelaron a la misma vía para ser reincorporadas. Así lo indicó ayer la abogada Romina Perea, quien representó a las amparistas que lograron un fallo que sienta precedente y que consideraron un "logro histórico". Al mismo tiempo, repudiaron la posibilidad de una apelación contra la decisión judicial.

El que prestó servicios en el verano 2017-2018 fue un plantel conformado por siete colectiveras, que cubrieron licencias por vacaciones, en aquel momento. Sin embargo, después no fueron incorporadas a la planta permanente pese a que se registró que hubo 19 vacantes. Todas fueron ocupadas por varones, sin tener en cuenta lo regulado por la ordenanza 7981 de 2006, que obliga a cubrir ese puesto "en forma igualitaria entre mujeres y varones, garantizando el ingreso de una mujer por cada dos puestos a cubrir".

Anteayer, cuatro de ellas ganaron el reclamo judicial ante la discriminación de género que fue reconocida por la jueza Calace Vigo en su fallo. Frente a ello, las otras tres trabajadoras que pasaron por la misma situación hicieron una presentación judicial con el mismo objetivo. "Lo que queremos es que las mujeres rosarinas puedan ir a dejar su CV, hacer las pruebas que tengan que hacer y entrar a trabajar", dijo Perea.