El ministro de Justicia brasileño, Alexandre de Moraes, propuesto por el presidente Michel Temer para ocupar una plaza en la Corte Suprema, negó ayer ante una comisión del Senado que “tenga o haya tenido” vínculos con una mafia que opera en las prisiones del país.
De Moraes, quien comparece ante una comisión del Senado encargada de evaluar su candidatura al Tribunal Supremo, fue preguntado por su supuesto nexo con el llamado Primer Comando de la Capital (PCC), una banda nacida en los presidios y con tentáculos en las calles, presente en casi todo el país. El PCC fue una de las bandas responsables de la ola de violencia que estalló a inicios de este año en diversas cárceles del país, en la que unos 150 presos murieron en diversas reyertas desatadas contra otros grupos que le disputan el control de los penales.
Las versiones sobre los alegados nexos del ministro con el PCC se originaron en el hecho de que, como abogado, defendió en un juicio a una empresa de transporte sobre la cual se sospecha que sirvió para blanquear dinero producto de las acciones delictivas de esa banda. “Jamás fui abogado del PCC”, afirmó De Moraes, quien agregó que su bufete tenía “innumerables clientes” y entre ellos estaba esa empresa de transporte, a la que su despacho solo defendió en un juicio relativo a una indemnización por un accidente de tránsito.
El ministro fue propuesto por Temer para ocupar la vacante abierta en la Corte Suprema por la muerte en un accidente aéreo del magistrado Teori Zavascki, quien hasta su fallecimiento el pasado enero actuaba como instructor de las investigaciones sobre la red de corrupción que operó en la petrolera estatal Petrobras. En esa trama están implicados decenas de políticos, muchos de ellos de la base oficialista, e incluso existen sospechas contra algunos de los actuales ministros del gobierno de Temer, que llegan a salpicar al propio mandatario. Por esa razón, la oposición denunció la candidatura del ministro como un intento del gobierno de influir directamente en la Corte Suprema e interferir en esas investigaciones, lo cual tanto el presidente Temer como el propio De Moraes niegan a rajatabla. A su vez, muchos de los senadores que participan de la designación están siendo investigados o están mencionados en las delaciones de Odebrecht.