Con una nueva jornada nacional de protesta, los movimientos sociales le reclaman al gobierno que declare la emergencia alimentaria. Frente al ministerio de Desarrollo Social, un grupo de organizaciones preparan un frazadazo y acampe, mientras que otras marchan al Congreso Nacional para dar una conferencia de prensa acompañados por diputados. Denunciarán así que en los comedores escolares y populares la comida no alcanza frente a la creciente demanda que reciben por el aumento del precio de los alimentos. Además, plantean que la calidad nutricional de lo que está mandando Desarrollo Social es muy pobre.
Según el Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad de Avellaneda, más de cinco millones de argentinos hoy no pueden acceder a una alimentación básica. El número de personas que comen poco o mal es el doble que en 2016. El Observatorio lo señala como consecuencia del aumento en el precio de los alimentos: sólo en el último año, la leche aumentó un 88,7%; la manteca un 88,3%; las salchichas un 84%; los fideos un 74%; el arroz un 70,9%; y el pollo un 70,3%
Hoy una familia necesita 12.774 pesos para cubrir la canasta básica alimentaria, mientras que si el objetivo es la canasta básica total sus ingresos deben superar los 31.934 pesos. Sin embargo, todos los programas de ingresos dispuestos por el Estado han quedado muy por debajo de esos montos, que definen las líneas de indigencia y de pobreza.
El salario social que cobran los integrantes de las cooperativas de empleo (de programas como Hacemos Futuro) es de 7.500 pesos, es decir que alcanza para media canasta alimentaria (exactamente el 58 por ciento de una canasta) . También la Asignación Universal por Hijo -la principal política de protección destinada a los niños- es una frazada corta. El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) dio a conocer este mes un análisis en el que muestra que la AUH (2667 pesos por hijo) sólo alcanza para cubrir las necesidades alimentarias de los chicos menores a 4 años. De esa edad para arriba, no.
En el cuadro, las primeras dos columnas indican el precio de la canasta alimentaria básica de niños y ninas, de acuerdo a su edad. En rojo, el porcentaje cubierto por la AUH a partir de los 4 años.
Las protestas
Como ya sucedió en las dos semanas anteriores, volvieron a salir a la calle prácticamente todas las organizaciones populares. Ctep, Somos Barrios de Pie, la CCC y el Frente Darío Santillán marcharon desde la Avenida de Mayo y 9 de Julio hasta el Congreso, donde ocho proyectos de ley de emergencia alimentaria esperan tratamiento. El gobierno siempre se opuso a que sean debatidos.
"Venimos planteando la necesidad de esta ley desde 2018, cuando hicimos la Marcha Federal. En aquel momento hubo diputados que tomaron nuestro planteo y presentaron entonces un anteproyecto de ley, pero pasó un año y medio y nunca llegó a ser votado", recordó desde la plaza del Congreso Juan Carlos Alderete (CCC).
Las organizaciones sociales vienen haciendo controles de peso y talla en sus comedores y merenderos, que muestran la prevalencia de casos de chicos mal alimentados. Por ejemplo, en la última medición de Somos Barrios de Pie, el equipo de salud del movimiento encontró que el 42,8 por ciento de los niños y adolescentes que concurren a sus comedores tienen algún tipo de malnutrición . Eso eso se traduce, mayoritariamente, en sobrepeso o en obesidad, por una dieta con exceso de carbohidratos y falta de proteínas. En menor medida, también están encontrando baja talla o estatura, vinculados a una mala nutrición prologanda en el tiempo.
Alderete agregó que en la actualidad suman ocho los proyectos de ley presentados en el Congreso para la declaración de la emergencia alimentaria. "Queremos que se unifiquen y se traten para ser convertidos en ley".
Otras organizaciones encabezadas por el Frente de Organizaciones en Lucha se movilizaron a Desarrollo Social. Sus referentes mantuvieron hasta ayer reuniones con la segundas líneas del Ministerio, pero cuentan que las definiciones no llegan. “Nos vienen diciendo que tienen medidas en estudio: que está en análisis un aumento del salario social, que van a mejorar en envío de alimentos a los barrios… el problema es que las semanas pasan y las soluciones no llegan”, resumió Silvia Saravia ( Barrios de Pie) sobre la situación. Su agrupación, junto con el Polo Obrero, marchó por la avenida 9 de julio hasta el cruce con Belgrano, con un corte de calle exigieron respuestas.
Saravia denunció que los envíos de productos como la leche en polvo fueron discontinuados, y que en las remesas a los comedores, a medida que los precios de los alimentos subieron, los productos de mejor calidad nutricional fueron reemplazados por otros baratos o ya stockeados por Desarrollo Social. "En algunas provincias recibimos bidones de agua en lugar de leche. Llenaron las cajas de frascos de mermelada, mientras faltan insumos que son mucho más básicos para la alimentación".
El viernes pasado, la Pastoral Social de la iglesia reclamó también al gobierno que declare la emergencia alimentaria. Y el martes hicieron lo mismo los intendentes peronistas de la provincia de Buenos Aires, que exigieron a la gobernadora María Eugenia Vidal que refuerce las partidas presupuestarias de los comedores y escuelas del distrito. Los jefes comunales marcaron que se deben aumentar los cupos en los comedores escolares y abrir nuevos en colegios secundarios y de formación de adultos, "ante la suba indiscriminada de los precios de las últimas semanas".