El fenómeno que está generando un libro que todavía no salió es curioso. Aunque Los testamentos (Salamandra), la secuela de El cuento de la criada (1985) de Margaret Atwood, estará en las librerías el martes 10 de septiembre, la autora canadiense, que en noviembre cumplirá 80 años, ha sido nominada al premio Booker, cuyo ganador se conocerá el 14 de octubre. Atwood compite con otros cinco finalistas, entre los que se encuentra el británico Salman Rushdie, que presentó la semana pasada Quichotte, una recreación del personaje de Miguel de Cervantes en la actual sociedad estadounidense. Los dos escritores son viejos conocidos del Booker, que otorga al ganador 50.000 dólares (unos 55.000 euros): Atwood lo ganó en 2000 con su obra The Blind Assassin (El asesino ciego) y donó el dinero para ayudar en las causas ecologistas en las que milita; Rushdie lo hizo en 1981 con Midnight Children’s (Hijos de la medianoche).
Los testamentos está ambientada 15 años después de los sucesos ocurridos a Defred, la protagonista, con los testimonios asombrosos de tres narradoras del mundo de Gilead. En el final de El cuento de la criada –adaptada para la televisión en 2017 con la actuación de Elisabeth Moss-, cuando las puertas de la furgoneta se cerraron de golpe, los lectores no tenían forma de saber cuál sería el futuro de Defred: la libertad, la prisión o la muerte. “No representa el trabajo de un escritor que podría estar al final de su carrera, es como su apogeo, es sorprendente en ese sentido”, señaló Liz Calder, integrante del jurado del Booker y una de las primeras editoras de la escritora canadiense. “El alboroto en torno al lanzamiento de Los testamentos recuerda más a la presentación de un iPhone que a un libro”, apuntó el diario The Guardian. El próximo martes Atwood conversará con la periodista Samira Ahmed en el Teatro Nacional de Londres. El diálogo será transmitido en vivo en 1.300 cines del mundo. “No puedo estar en todos los lugares con mi cuerpo análogo, pero espero estar con tantos lectores a través de la pantalla”, dijo la autora canadiense, que el año pasado cuestionó a la vicepresidenta Gabriela Michetti a través de un tuit en el que le exigía que “no aparte la mirada de las miles de muerte que hay cada año por abortos ilegales. Dele a las mujeres argentinas el derecho a elegir”.
Ismail Smile –nombre de origen indio que juega con la palabra “sonrisa” del apellido-, el protagonista del Quichotte de Rushdie, no está enfermo de literatura, sino de reality shows. Smile es el seudónimo de Sam DuChamp, un escritor que nació en la India y vive en Estados Unidos, que intenta escribir un libro radicalmente diferente a todo lo que ha escrito. Su Dulcinea será una ex estrella de Bollywood, a quien le envía cartas de amor firmadas como “Quichotte”. Para The Guardian, Rushdie “se muestra demasiado inquieto y enamorado de sí mismo” como para revelar con su libro “algo más que un síntoma del malestar que lamenta”. Parul Sehgal, el crítico de The New York Times, escribió que en la novela finalista del Booker “son todos tics, técnicas y narraciones melodramáticas que tratan de pasar por alto historias irregulares, temas agotados”. En cambio The Times señala que es “un montón de diversión posmoderna en una historia que es afilada e inteligente”.
La lista de los finalistas del Booker se completa con cuatro autores: la angloestadounidense Lucy Ellmann por Ducks, Newburyport; la británica Bernardine Evaristo con Girl, Woman, Other; el nigeriano Chigozie Obioma y su novela An Orchestra of Minorities; y la escritora de origen turco Elif Shafak por 10 minutes 38 seconds in This Strange World. El premio Booker nació en 1969 por iniciativa del editor inglés Tom Maschler para crear un galardón similar al Goncourt francés. Como sucede con el Nobel de Literatura, este premio a una novela original escrita en lengua inglesa no estuvo exento de diversos cotilleos y reyertas. Quizá uno de las instancias más polémica la generó en 1972 John Berger, cuando aprovechó el discurso de aceptación del premio para denunciar la explotación del Booker Group –financiador entonces del galardón– a los caribeños en el comercio del azúcar. Berger donó la mitad del dinero a la organización British Black Panthers. Han obtenido el premio, entre otros, V.S. Naipaul (1932-2018), Nadine Gordimer (1923–2014), Iris Murdoch (1919– 1999), J.M.Coetzee, Kazuo Ishiguro, Ian McEwan, John Banville y Julian Barnes.