Uno de cada tres estudiantes en 30 países dijo haber sido víctima de ciberbullying, y uno de cada cinco informó haber faltado a la escuela por esta causa. Además, tres cuartas partes de los jóvenes afirmaron que las redes sociales como Instagram, Facebook, Twitter y Snapchat son las plataformas más utilizadas para ejercer este tipo de acoso particular que se da entre pares y que se ha vuelto una problemática mundial. Los datos surgen de una encuesta realizada a más de 170.000 jóvenes por Unicef y la oficina de la Representante Especial de la ONU sobre la Violencia contra los Niños, que consigna también que el fenómeno no está relacionado con el poder adquisitivo.
La encuesta se llevó a cabo entre jóvenes de 13 y 24 años de Albania, Bangladesh, Belice, Bolivia, Brasil, Burkina Faso, Costa de Marfil, Ecuador, Francia, Gambia, Ghana, India, Indonesia, Irak, Jamaica, Kosovo, Liberia, Malawi, Malasia, Malí, Moldavia, Montenegro, Myanmar, Nigeria, Rumania, Sierra Leona, Trinidad y Tobago, Ucrania, Vietnam y Zimbabue. Y la modalidad de participación de los encuestados fue a través de SMS y mensajería instantánea.
El 32 % de los que respondieron el cuestionario consideró que los gobiernos deberían ser responsables de poner fin al ciberbullying, mientras que el 31 % cree que es un asunto de los jóvenes y el 29 % le apuntó a las empresas de internet.
Según los responsables del estudio, los resultados de la encuesta desafían la creencia de que este tipo de violencia entre compañeros de clase es un problema vinculado a una capacidad económica alta. Los datos señalan que el 34 % de los encuestados en África subsahariana aseguró haber sufrido violencia online, casi en la misma proporción que la media de todos los participantes.
Alrededor del 39 % afirmó que sabía de grupos privados en Internet dentro de la comunidad escolar, en la que los niños comparten información sobre sus compañeros con el propósito de intimidar.
"Las aulas conectadas hacen que la escuela no se termine una vez que el estudiante sale de clase y, desafortunadamente, tampoco se termina el acoso escolar", dijo la directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, quien advirtió que "mejorar la experiencia educativa de los jóvenes significa tener en cuenta el entorno que encuentran tanto en el ciberespacio como fuera de este". Y remarcó que "en todo el mundo, los jóvenes, tanto en países de ingresos altos como bajos, nos dicen que están siendo intimidados en línea, que está afectando su educación y que quieren que se detenga".
Como parte de la campaña internacional para poner fin a la violencia en el entorno escolar, Unicef reclama a todos los sectores que tomen medidas urgentes como la implementación de políticas para proteger a los niños y jóvenes del acoso cibernético y la intimidación; líneas de ayuda nacionales para apoyar a niños y jóvenes, y normas y prácticas éticas de los proveedores de redes sociales. También pide más investigación sobre el comportamiento en el ciberespacio de niños y jóvenes y la capacitación a maestros y padres.