Desde el sector inmobiliario reclaman modificaciones en el cepo cambiario para no seguir perjudicando una actividad que está en su peor momento desde la salida de la convertibilidad. “La fecha de vencimiento que impuso el Banco Central a la compra de dólares para el mercado inmobiliario, 31 de agosto, genera problemas coyunturales y estructurales”, señaló a Página/12 el titular del Colegio de Escribanos porteño, Claudio Caputo. El impacto inmediato fue la paralización de operaciones que ya estaban aprobadas hasta esa fecha pero de las cuales no había más documentación que el comprobante de reserva, lo que tiró para atrás compraventas pactadas anteriormente. Solo este lunes se cayeron 100 operaciones, según la entidad. Caputo se reunió con referentes de distintos eslabones del sector, quienes quedaron en seguir trabajando propuestas para evitar un mayor descalabro.

El rubro vive su peor momento desde la caída de la convertibilidad, momento en que una política de crédito barato –como sucedió con los UVA— llevó a que la cantidad de escrituraciones marcara su record de 76.000 operaciones en la Ciudad de Buenos Aires. Fue en 1998. Durante el menemismo se colocaban bonos a 20 años en el exterior en dólares y se los prestaba a los compradores de viviendas u oficinas locales. Estos préstamos se iban devolviendo en dólares cada mes a ese mismo plazo de 20 años. La mayoría de esos créditos, tras la salida del “uno a uno”, tuvieron que ser rescatados. La pesificación asimétrica de Eduardo Duhalde los benefició entonces.

El mercado logró volver a estabilizarse en un nivel superior a 40.000 operaciones anuales en territorio porteño. Según los registros del Colegio de Escribanos, con el anterior cepo cambiario se registraron los niveles más bajos de la historia: 36 mil en 2013, 33 mil en 2014 y 37 mil en 2015. El año pasado se tocó un máximo de 56.293 operaciones, donde cuatro de cada diez fueron a través de crédito bancario. Especialmente por el auge de los préstamos UVA, los cuales hoy son impagables para muchos. "El panorama para este año es que será el peor de la historia. Estamos con 18 mil operaciones y no habría mucho más de 30 mil. Vienen la campaña, las elecciones y el cambio de gobierno. Hasta abril cierra todo”, dijo Caputo.

Frente a esto se reunieron los distintos actores del sector para analizar la situación, cuando todo indica que se perforará el piso de 30 mil. El principal cuestionamiento pasa por el inciso 9 de la comunicación del BCRA que puso en vigencia el cepo. “Más allá de concepciones de política económica, sobre las que no opinamos, entendemos que hay un bien superior que cuidar y son las reservas. Pero se puede hacer lo mismo sin perjudicar tanto al sector", opinó el titular del Colegio porteño. Según explicó, no está previsto en la costumbre ni en el código comercial firmar un instrumento público por una reserva de venta. Entonces, aquellos que tenían fecha para hacer una compraventa aprobada hasta el 31 de agosto se les cayó la operación. 

“El lunes se cayeron en los bancos 100 operaciones, aunque ya estuviesen aprobadas y el crédito preadjudicado”, agregó. El otro punto reclamado es que se permita al vendedor del inmueble comprar dólares, siempre que se comprometa a reinvertirlo en un activo, una casa, una inversión en boca de pozo, un auto, que quede en el país”, concluyó Caputo.