Los pacientes con VIH que no sean personas gestantes o que no se les haya detectado el virus recientemente no van a poder saber de acá hasta diciembre cuánta carga viral hay en su organismo. La situación crítica la desencadenó el ajuste en la Dirección Nacional de SIDA y ETS de la Secretaría de Salud de la Nación, que por falta de previsión se quedó sin reactivos para entregar a las provincias. Al faltante de medicamentos que signó agosto y obligó a muchos pacientes a modificar su tratamiento, ahora se suma otro recorte que obstaculiza el tratamiento de las personas con VIH, pero también pone en jaque la capacidad del país para evitar la transmisión del virus.
“Por cuatro meses no vamos a poder conocer si las personas con VIH tienen o no carga viral indetectable. Ademas de no saber si eventualmente pueden transimitir el virus, no vamos a poder saber si la medicación que están tomando está logrando el efecto buscado de disminuir el virus en sangre”, alertó a este diario Leandro Cahn, director ejecutivo de Fundación Huésped.
Los hospitales ya están dando cuenta también de la escasez de reactivos. “Hay una circular del Hospital Posadas, que es el que hace las cargas virales a toda la región séptima, en la cual dicen claramente que está la restricción de reactivos para que sean suministrados en casos de urgencia y embarazadas”, reveló Luis Gomez, presidente de la Sociedad Argentina Interdisciplinaria de SIDA/AMBA, organización que expresó en un comunicado su “profundo rechazo a la falta de previsibilidad del gobierno en la compra y distribución de los reactivos”.
Según comentó Gómez, ahora se están realizando los estudios pero el problema es que no de “la misma forma que rutinariamente se hacía todos los meses”. “Lo que faltó es por falta de previsión y creemos que tiene que ver con que el Ministerio pasó a ser Secretaría por la asignación de presupuesto, pero no queremos dejar pasar este tipo de situaciones”, agregó.
Un audio enviado por una importante funcionaria provincial a su equipo de trabajo, al que pudo tener acceso este diario, grafica la situación extrema que se desatará en los meses sucesivos. “Nación está ahora sin cargas virales o con muy poquitas, pero en Provincia tenemos. Le dimos a Nación para Tucumán, una cosa de locos, pero Tucumán estaba sin nada”, explica la directora, quien aclara que para justificar el faltante el gobierno nacional bajó la orden de que recomienden que el uso de los reactivos será sólo para “embarazadas, al inicio del diagnóstico y fallos judiciales”, pero “en el caso de que las personas estén estables, sólo una carga por año”.
Las mismas guías de la Dirección de VIH Sida del exministerio de Salud indican en su página web que el estudio de laboratorio para el seguimiento de las personas con VIH, está recomendado realizarlo “al menos 2 o 3 veces al año” para determinar el momento oportuno para conenzar el tratamiento antrirretroviral. En las personas que ya están bajo tratamiento, permite evaluar su efectividad.
La excusa de una disposición de la Organización Mundial de la Salud
Este segundo ajuste desde la renuncia del exdirector Sergio Maulen se está encubriendo con estudios internacionales que supuestamente modificaron las pautas de control de los pacientes.
El objetivo de la Secretaría es evitar el escándalo amparándose en el cambio de una disposición de la Organización Mundial de la Salud, que indica que un solo estudio por año es suficiente en el caso de pacientes indetectables, aquellas personas que en el último estudio arrojaron menos de 40 copias del virus. “No, esto es en caso de situaciones de emergencia en países de bajo nivel de desarrollo, no es la situación de Argentina. Necesitamos conocer cada seis meses la carga viral de las personas. Y si el día de mañana hay un cambio en la política, tiene que ser de acá para dentro de un año y medio, no así”, subrayó Cahn.
La Secretaría está informando directamente a las organizaciones por teléfono sobre la problemática, evitando cualquier mail que deje plasmada la situación. Fundación Huésped reclamó al gobierno de Mauricio Macri que disponga una compra “de urgencia” de los reactivos. “Es una análisis esencial que nos hacemos para saber y monitorear como esta nuestra salud”, definió por su parte José María Di Bello, presidente de la Fundación Grupo Efecto Positivo (GEP).
El Estado tendría que haber arbitrado los medios para asegurar el stock de reactivos, importados y por ende atados al precio de la inflación, a pesar de la crisis cambiaria, porque “no es que hubo una sobredemanda”, enfatizó Cahn. La secretaría sabe que las 60 mil personas que tienen que someterse al examen dos veces al año, naturalmente tendrían que hacerse una carga viral durante este trimestre, pero no podrán hacerlo.
“Reiteramos lo que escribimos a principios de agosto, siempre que se habla de problemas y de faltas parciales se genera una profunda intranquilidad en las personas que dependen de estos tratamientos y controles y no pueden comprarlos en farmacias o hacer los estudios en laboratorios por su alto costo. Esto es imperdonable en un estado que debería ser ordenado y previsible”, expresó la Sociedad Argentina Interdisciplinaria de SIDA/AMBA en su comunicado.
Argentina se aleja de los estándares internacionales
Argentina suscribió en 2015 a las metas regionales “90-90-90” de la OPS/OMS y ONUSIDA, que buscan que para el 2020 el 90 por ciento de las personas con VIH estén diagnosticadas, que de ellas el 90 por ciento esté bajo tratamiento y que, de este grupo, el 90 por ciento tenga niveles indetectables de carga viral. Ni la primera ni la última pauta se cumplirán en el país de acá hasta diciembre y la segunda entró en jaque en agosto con el faltante de la droga darunavir.
El jefe de la unidad de VIH, Hepatitis, Tuberculosis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OPS/OMS, Massimo Ghidinelli es categórico sobre el tema. “Si queremos que más personas estén bajo tratamiento y con una carga viral indetectable, es esencial que conozcan su diagnóstico e inicien el tratamiento en forma temprana”, resaltó en un informe de 2017.
No es lo que está haciendo Argentina. “El reactivo es la base de por qué el mundo se permite pensar en controlar la epidemia para 2030, pero en Argentina, con esta interrupción por cuatro meses no vamos a poder conocer si las personas con VIH tienen o no carga viral indetectable. Además de no saber si podría estar transmitiendo el virus, no vamos a poder saber si la medicación que están tomando está logrando el efecto buscado de disminuir el virus en sangre”, detalló Cahn.
El faltante, una moneda corriente para las organizaciones
Di Bello, de GEP, aclaró que “hace dos años que hay muchísimas denuncias” sobre el faltante de reactivos, lo que derivó en que muchos pacientes dejaran de hacerse los estudios. La diferencia es que “ahora efectivamente sabemos que no se pudieron hacer compras”, detalló el referente del Frente Nacional por la Salud para Personas con VIH. El frente presentó en agosto un petitorio sobre la escasez de antirretrovirales y reactivos para reclamar al Estado que garantice el stock, pero este mes nuevamente hay problemas por la falta de previsión del gobierno y los habrá hasta diciembre.
“Todo esto tiene que ver con la falta de planificacion y perevisibilidad tanto de medicamentos, reactivos y preservativos pero tambien tiene que ver con que se ha disminuido el presupuesto año tras año”, denunció Di Bello, al detallar que de los 5 mil millones las partidas se disminuyeron a la Dirección a 3 mil millones y en medio de la crisis cambiaria, lo que devaluó aún más su poder de compra. “Con ese presupuesto apenas te alcanza para comprar los tratamientos y ni siquiera”. Algunos de los pacientes recibieron este mes su tratamiento de forma fraccionada.
Los pacientes con VIH ahora quedan al límite. “Es muy terrible no saber en los últimos tres años cuál es tu situación y es además complicado por el tema de la transmisión. Hablamos de indetectable e intransmisible pero eso lo sabemos sólo con este análisis”, explicó el activista sobre el impacto que sufrirán las personas con VIH, quienes además “pueden poner en riesgo a su pareja” por no contar con ese control periódico.
No sólo faltan medicamentos y reactivos, otro gran problema sobre el que pusieron el foco las organizaciones fue el recorte en las leches de fórmula que entrega la Dirección a los personas gestantes con VIH que no pueden darle de amamantar a sus hijos por el riesgo de transmisión del virus. “Ahora Ciudad la está dando la leche materna a Nación, No sé cómo vamos a hacer para lelgar hasta fin de año”, resaltó Di Bello.
“Nosostros pasamos en Argentina de ser un ejemplo, de estar en vías de la la universalización del tratamiento a tener que discutuir directamente que no hay medicamentos. Volvimos a utilizar la misma consigna que en el 2000, 'sin medicamentos me muero'”, resaltó el activista, quien dijo también que ahora tienen “miedo” de que ante la derrota del gobierno en las PASO “no hagan nada porque saben que se van y nos dejen absolutamente abandonados, atentando nuestra salud y nuestra vida”.