Música de Buenos Aires escuchada y reescrita a partir de las voces y los ecos que se destilan en páginas de un escritor. Julio Cortázar como un género. El tango diluido como transpiración, o esencia. Por ahí pasa el concierto que el viernes a las 20 en el Auditorio Nacional de Centro Cultural Kirchner ofrecerá la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto. Proyecto Cortázar es el nombre del programa que propondrá el director invitado Facundo Agudín, con obras de Pablo Ortiz, Julio Viera y Marcelo Nisinman, que además será solista de bandoneón. Todas, inspiradas en distintas páginas del autor de Rayuela.
“Esta es la segunda etapa de un proyecto que comenzamos en 2011, bajo el nombre Nuevo Tango Nuevo”, explica Agudín a PáginaI12. “En principio, buscábamos intentar una segunda vida pospiazzoliana, si se quiere, para el tango, o en sentido más amplio para una música que tuviera humos de tango en un contexto sinfónico. En torno a esa idea fue que nos reunimos con Viera, Ortiz y Nisinman, para imaginar un repertorio posible”, agrega.
Radicado en Europa desde hace 25 años, Agudín desarrolla una intensa actividad como director invitado en numerosas orquestas del mundo. Colabora con el Festival de Lubiana, el Festival Enescu de Rumania, el Maggio Musicale Fiorentino, el Teatro Mariinsky y en 2001 creó el ensamble Musiques des Lumieres, del que es director artístico. “Con este ensamble grabamos el primer encargo de obras en torno al tango de estos tres compositores, en un disco que editó el sello alemán Oehms”, explica el director.
Con el subtítulo “Tangos para no bailar”, aquel Nuevo Tango Nuevo de 2014 tuvo una muy buena acogida, al punto que enseguida se pensó en la posibilidad de una continuidad. “Para seguir, pensamos que ligar esa idea abierta de música ciudadana a la figura y la obra de Cortázar podía ser interesante. Y efectivamente lo fue, a juzgar por estas tres obras que ya grabamos con Musiques des Lumieres y que ahora estrenamos en la Argentina con la Filiberto”, explica Agudín. Proyecto Cortázar es el nombre del disco que el sello español IBS Classical lanzará en las próximas semanas con distribución mundial de Naxos.
Rocamadour de Pablo Ortiz, Tercera generación de Marcelo Nisinman, y La noche boca arriba de Julio Viera son las obras que articulan el proyecto. Inspirada en la carta de La maga a Rocamadour, en Rayuela, la pieza de Ortiz se recuesta sobre esquemas minimalistas para articular un generoso despliegue rítmico en un sólido marco orquestal. Para su obra, Tercera generación, Nisinman se inspiró en un poema que está en Último Round.
“Mientras dure la Máscara / todos somos judíos alemanes /mientras los presupuestos alimenten ejércitos / todos somos judíos alemanes / mientras dividan la Ciudad / todos somos judíos alemanes”, dicen los versos que el compositor y bandoneonista, uno de los músicos argentinos más interesantes de estos tiempos, abstrajo en un sonido punzante. La música de Nisinman expresa una sofisticada desesperación, no exenta de sutiles muecas de humor, que enmarca el exigente trabajo del bandoneón solista con un suntuoso trabajo orquestal.
Concebida como un melodrama, la obra de Viera es la más consistente del programa y está pensada como un diálogo entre ocho piezas breves y el relato del cuento La noche boca arriba. La trama de pesadillas invertidas, alucinaciones y asechanzas de Cortázar se recrea con momentos sugestivos, entre la voz del relator (Martín Catalbiano en esta presentación), la tensión de la historia y un refinadísimo trabajo instrumental del compositor. Un discreto empleo del leimotiv y el timbre del bandoneón, también en manos de Nisinman, sostienen una arquitectura precisa, que con mano experta y calculada discreción exalta las nervaduras de un texto formidable.
“Si bien el punto de partida y la inspiración fue común para los tres compositores, las obras presentan perspectivas muy distintas y eso hace particularmente interesante el concierto”, asegura el director y agrega: “Para la Filiberto, estilísticamente significa ir un poco más allá de lo que le conocemos, y todos los músicos han asumido el desafío con talento y profesionalismo”, destaca el director.
Agudín está entre los cinco directores argentinos más importantes de la década, según la reciente distinción de los Premios Konex. “Es sin duda un gran halago, sobre todo por estar en una lista de la que forman parte directores tan importantes y admirados”, asegura Agudín. Su labor en Europa con Musiques des Lumiers, ensamble con el que además produjo una discografía muy interesante, se conjuga con su trabajo en la Argentina con la Sinfónica Patagónica de la Universidad Nacional de Río Negro, el proyecto artístico-pedagógico que cumple diez años.
“En este tiempo hemos logrado consolidar un organismo que contribuye a promover la actividad musical en el Sur, pero además promueve un espíritu de superación entre los músicos y en este sentido hemos logrado llevar llevado a numerosos jóvenes instrumentistas argentinos a perfeccionarse en Suiza”, explica el director. “Es importante cuando un estudiante puede ir a perfeccionarse en Europa. Y también cuando vuelve para transmitir su experiencia”.