"Creo que la obra ha reafirmado especialmente el cariño por Fontanarrosa, así como la admiración por Borges. Tal vez sea mi fantasía, pero es una obra que le permite a muchos intelectuales participar de una comedia popular, y a los que no lo son, acercarse a Borges; ¡si bien en la obra no hay una sola línea de Borges o de Fontanarrosa!", aclara el actor y dramaturgo Dali López a Rosario/12.

Borges y Fontanarrosa en un bar del paraíso vuelve a los escenarios, y en esta oportunidad con dos funciones en Teatro La Comedia (Mitre y Ricardone), hoy y mañana a las 21. Con protagónicos de Dali López (Jorge Luis Borges) y David Fiori (Roberto Fontanarrosa), la obra escrita por López y dirigida por Néstor Caniglia cuenta entre sus méritos con haber sido declarada de interés municipal en 2017. Todo gracias a este encuentro (im)posible y deseado, para que la compañía de ciertos ángeles continúe por aquí mismo, a la vera de uno.

"Es un Borges íntimo, fantaseado, en una situación que no podríamos conocer. Hicimos un trabajo muy arduo, meticuloso, para que este Borges sea creíble, diciendo cosas que nunca dijo. No es que entra y dice '¡Salú, la barra!', sino que tenía una forma y palabras que a lo largo de la lectura y de sus reportajes son de un uso corriente. Me parece que son esos pequeños clichés los que van conformando al espectador la noción de que ese hombre puede ser Borges", continúa López.

-A simple vista, uno resaltaría el contraste.

-En casi todas las notas se señala "¿cómo se te ocurrió juntarlos?". Y no fue una ocurrencia, sino una especulación sobre qué pasaría si se encontraran. Tampoco se trata de que sean ellos dos, sino que hay siete personajes; es una obra coral en donde estamos todo el tiempo en escena.

En esta apelación a un paraíso posible, cercano e inasible, descansa la propuesta de Dali López, surgida a través de un cuento: "Al poco tiempo que murió el Negro, escribí un cuento; ese cuento es esta obra, lo adapté: al fin y al cabo soy un hombre de teatro". El escenario no podría ser otro, así lo explica el actor: "Los amigos de Fontanarrosa están en la mesa de El Cairo, a un mes de haber fallecido. Y es con la invocación del recuerdo cómo aparecen los espíritus, que están en una mesa de al lado. Esa mesa es la del viejo El Cairo, allí está Fontanarrosa. Él los ve a ellos, pero los vivos a los espíritus no. Y así aparece también Borges. Es muy gracioso, porque el tipo cae y no sabe dónde. Entra y mira esos personajes extraños, no lo conoce a Fontanarrosa pero Fontanarrosa a él sí: 'Perdone usted mi impertinencia, ¿podría decirme qué lugar es éste?', y Fontanarrosa, admirándolo, dice: 'Está en El Cairo'; 'Mierda -responde-, caí en El Cairo'. 'Es un bar, un bar de Rosario, Rosario de Santa Fe', le aclara. Y Borges: 'Ninguno de mis paraísos perdidos quedó en Rosario'. Se presentan. 'Yo solía ser Jorge Luis Borges'. 'Yo fui Roberto Fontanarrosa'".

"El 'yo solía' -explica Dali López- remite a Tríada: 'El alivio que tú y yo sentiremos en el instante que precede a la muerte, cuando la suerte nos desate de la triste costumbre de ser alguien y del peso del universo' (lo recita admirado)". Y continúa: "En la experiencia del teatro, con la cosa viva, hay muchas situaciones que a lo largo de las funciones se han modificado, algunas a partir de comentarios del público, otras por ocurrencias y propuestas de los actores. Por ejemplo, ¡imagínate cómo se siente Borges cuando hablan sobre si las tetas con silicona tienen gusto feo! 'La única goma que lamiste en tu vida fue una pelota Pulpito que te pegó en la jeta', le dicen; el texto que yo había escrito no incluía 'Pulpito', y eso fue una sugerencia que tenía que ver con la temporalidad de los personajes.

Si de paraísos se trata, "es asombroso que un mismo lugar pueda ser para unos un paraíso y para otros un infierno, lo que Borges teme es que para él sea un purgatorio", agrega Dali López. "Yo me enamoro de una historia y de lo que va pasando, pero no hay una especulación a priori, donde uno tenga que decir tal o cual cosa. Tengo la sensación de que Chejov se enamoró de la historia sobre la sala 6, y yo quiero laburar así, con mis contradicciones, no especularlas. Sí te diría que la obra tiene que ver con la amistad y la fragilidad de cada uno, la de ellos y la de todos nosotros. Este elenco ha entendido bien el sentido de esta comedia, no se trata de Polémica en el bar, y también que éste es un tema muy nuestro", concluye.

En Borges y Fontanarrosa en un bar del paraíso actúan David Fiori, Norberto Gallina, Nico Juárez, Billy Páez, Juanchi Vidoletti, Lucas Vidoletti, y Dali López. La música original y la asistencia de dirección es de Manuel López Berardi; la escenografía, de Fernando Ramos; el diseño de iluminación, de Pablo "Titán" Alfieri; y el vestuario, de Yanka Malicevic.