Desde Santa Fe

Omar Perotti le planteó ayer a Miguel Lifschitz una segunda exigencia política: un plan de austeridad para sostener -en el final de mandato- "el normal funcionamiento del Estado", el pago de sus obligaciones, entre ellas los  salarios públicos y "garantizar" un "razonable proceso de transición" hasta el traspaso del poder, el 10 de diciembre. "El gobierno debe instrumentar medidas" urgentes de "orden fiscal, presupuestarias y financieras", demandó el gobernador electo en un informe de su equipo que se conoció ayer y alertó sobre los números de Lifschitz. "En un contexto de recesión económica con altos índices de inflación y ante la evidencia de que los gastos crecen por encima de los recursos, nos encontramos ante un escenario de déficit que provoca un estrangulamiento financiero del Estado provincial", dijo. Y advirtió sobre la proyección del resultado financiero: el rojo del primer semestre, que era de 10.580 millones de pesos, será de 19.812 millones cuando Perotti llegue a la Casa Gris.      

El jueves, Perotti le mandó un memorándum a Lifschitz -que su equipo dejó en el despacho del ministro de Gobierno Pablo Farías- con tres recordatorios: que no avance en el acomodo de funcionarios políticos en planta permanente, que el blanqueo de los contratados debe pasar por la Legislatura porque así lo manda la ley de Responsabilidad Fiscal en tiempos de transición y le responda el pedido de informes que le envió hace dos meses sobre cinco asuntos sensibles (obras públicas, adelantos de coparticipación, transferencia a municipios y juicios en trámite, entre otros).

Ayer, Lifschitz le contestó que no pensaba dejar funcionarios políticos en la plantilla del Estado. "En lo que va del año no hemos hecho ningún tipo de incorporaciones a la planta, ni lo pensamos hacer", dijo al interpretar que ese reclamo de Perotti era "una medida preventiva" de su reemplazante.

Pero después de la respuesta de Lifschitz, el gobernador electo habilitó una página Web (transiciónsantafe.com) con todos los números de la administración socialista. La proyección del déficit a diciembre: 19.812 millones; la deuda a municipios y comunas: 2.970 millones. El rojo de la Caja de Jubilaciones de la provincia al primer semestre: 5.739 millones. Y el pago de servicios de la deuda por los 500 millones de dólares que pidió Lifschitz en el exterior. "El valor de los bonos emitidos para financiar las obras públicas del actual gobierno es equivalente a los servicios de deuda que se pagarán en la próxima gestión", reveló en tono de reproche.

El equipo de Perotti publicó todos los documentos que recibió del gabinete de Lifschistz y las respuestas que están "pendientes" sobre obras públicas y demás asuntos sensibles.

En el "resumen de la situación", el gobernador electo explicó la magnitud del desplome. "A partir del primer cuatrimestre de 2018 todos los indicadores de actividad económica muestran una caída que se sostiene hasta estos días". Y eso significó una merma "continua" de la recaudación tributaria interanual (diciembre 2018 a junio de 2019)  "entre el 8 y el 15 por ciento".

"En este contexto de recesión económica y caída de ingresos en términos reales" el gobierno de Lifschistz "mantuvo un alto nivel de gasto" con un "crecimiento interanual por encima de la inflación". Y ese cálculo "no considera los efectos" de las recientes medidas de Mauricio Macri que le recortaron a Santa Fe entre "3.000 y 4.000 millones" por recursos coparticipables, según estimaciones de Farías y el ministro de Economía Gonzalo Saglione. 

Por lo tanto, ante este escenario, Perotti le demandó a Lifschitz un plan de austeridad."El gobierno provincial debe instrumentar medidas de orden fiscal, presupuestarias y financieras para garantizar el cumplimiento de los compromisos asumidos: el pago de las obligaciones salariales y previsionales en el marco paritario vigente, la cancelación de las obligaciones con proveedores, contratistas, municipios y comunas y terceros, el sostenimiento de las políticas de atención social, y en general el normal funcionamiento del estado, manteniendo un nivel de disponibilidades y de deuda flotante que permita un razonable proceso de transición", concluyó.