Un grupo autoconvocado de 150 juristas brasileños criticó duramente a los operadores judiciales de la causa Lava Jato, proceso que consideran “la mayor violación a la justicia en el país”, tras conocerse nuevas filtraciones del caso el domingo pasado. Los abogados denunciaron la interferencia directa y la manipulación jurídica realizadas por los operadores de la causa, al divulgar en 2016 la grabación ilegal de una conversación entre la entonces presidenta, Dilma Rousseff, y el también ex presidente, actualmente detenido, Luiz Inácio Lula da Silva. Al repudio se sumó también el Partido de los Trabajadores (PT). Previamente se había comprobado que Léo Pinheiro, ex presidente de la empresa de construcción OAS, declaró bajo la figura de “delación premiada”, mintiendo en reiteradas ocasiones en relación al departamento de Guarujá supuestamente adquirido por el líder del PT, según los fiscales, a cambio de dádivas, aunqe nunca aportaron pruebas al respecto.
Las nuevas revelaciones publicadas el domingo por el medio digital The Intercept exhiben las manipulaciones políticas y jurídicas de la operación Lava Jato. La investigación , realizada en asociación con el diario Folha de São Paulo, muestra conversaciones mantenidas a través del servicio de mensajería Telegram, entre los fiscales del Lava Jato, afirmando que entregaron a la prensa los audios de conversaciones telefónicas entre Lula da Silva y la entonces presidenta Dilma Rousseff cuando estaba por nombrar al nuevo Jefe de la Casa Civil (equivalente al cargo de jefe de gabinete) en marzo de 2016.
La filtración terminó siendo "el elemento central de un plan político y mediático que llevó a la destitución de Rousseff, sin que hubiera cometido actos inconstitucionales que justificaran su salida del cargo", destacan los 150 juristas de distintas partes del país, a través del manifiesto . El PT), por su parte, denunció que la operación Lava Jato apela una vez más a falsas acusaciones contra el ex presidente Lula da Silva. A través de una nota firmada por su presidenta, Gleisi Hoffmann, el partido asegura que “la defensa de Lula ya ha demostrado la parcialidad e ineptitud de esta denuncia, que de nueva sólo tiene la fecha. Una vez más, acusan a Lula sin señalar los actos que habría realizado, los llamados actos indeterminados”.
Sobre las filtraciones
El reportaje publicado el domingo por el diario Folha de São Paulo en conjunto con el portal digital The Intercept prueba que Moro, policías federales y fiscales conspiraron para impedir la nominación de Lula da Silva en el 2016 como jefe de la Casa Civil del gobierno de Dilma Rousseff. Para llevar adelante ese plan, el entonces juez Sergio Moro, y los fiscales de la operación Lava Jato filtraron ilegalmente a través del conglomerado mediático Globo, audios parciales de una conversación privada entre Rousseff y da Silva. La grabación buscaba mostrar a Lula aceptando ser parte del gobierno de Dilma Rousseff, para evitar ser investigado por corrupción.
Sin embargo, las nuevas revelaciones del portal digital The Intercept prueban que Moro omitió otros audios, sobre diálogos de Lula con diferentes interlocutores, como políticos, sindicalistas y hasta el entonces vicepresidente, Michel Temer, probatorios de que su intención era, por el contrario, darle gobernabilidad al país. Las grabaciones evidencian que Lula nunca buscó obstruir a la justicia: apenas menciona una vez las investigaciones en su contra.
Léo Pinheiro, el arrepentido
El empresario brasileño Léo Pinheiro declaró en la causa del Lava Jato bajo la figura de "delación premiada", beneficio concedido a aquel que intente colaborar en la investigación criminal o en la entrega de sus cómplices, cambiando varias veces su versión de los hechos. Esta irregularidad también fue probada a través de una filtración de Folha de São Paulo, en colaboración con The Intercept.
"El contratista que incriminó al ex presidente Lula da Silva en el caso que condujo a su arresto fue tratado con sospecha por la Operación Lava Jato durante casi todo el tiempo que estuvo dispuesto a colaborar con las investigaciones, según mensajes privados intercambiados entre fiscales involucrados en las negociaciones", señala Folha de São Paulo. Léo Pinheiro, ex presidente de la empresa de construcción OAS, declaró en la causa y su alegato fue validado, a pesar de modificar varias veces su versión del apartamento triple en Guarujá, que la compañía aseguró haber renovado al líder del PT.