La Cámara Federal de Casación Penal rechazó el pedido de prisión domiciliaria que el ex comisario Miguel Etchecolatz había planteado en la causa Puente 12 (también llamada Cuatrerismo y Brigada Güemes, y la Comisaría Primera de Monte Grande), por la que fue condenado a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.
La decisión de que el genocida siga en la cárcel fue tomada por la Sala IV integrada por los jueces Mariano Borinsky, Javier Cabajo y Gustavo Hornos, quienes rechazaron el pedido de manera unánime.
En su presentación, Etchecolatz había esbozado razones de salud. Sin embargo, los jueces consideraron que “las dolencias que padece” el cuatro veces condenado a perpetua “pueden ser tratadas” en el Hospital Penitenciario Central de la cárcel de Ezeiza, donde se encuentra alojado.
Además, según el fallo al que accedió radio La Imposible, los cambios de salud del ex número dos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires durante el último gobierno de facto padece son “propios del paso del tiempo” y “no obedecieron a una inadecuada atención médica” durante el encierro.
Por esta razón, los jueces indicaron que la situación de Etchecolatz “no se encuadra dentro de los supuestos legales que tornan viable el arresto domiciliario”, y por ello determinaron que ese tipo de arresto “es la solución más aceptable” para casos como el del genocida.
En la causa Puente 12, cuya sentencia fue leída en octubre del año pasado, el Tribunal Oral Federal (TOF) 6 había condenado también perpetua al ex jefe del Área Militar 112, Federico Antonio Minicucci, mientras que otros cuatro policías fueron absueltos y tres más fueron condenados a penas de entre 6 y 8 años.
Etchecolatz, en tanto, fue condenado a perpetua por ser coautor inmediato penalmente responsable de homicidio agravado por alevosía, violación en grado de tentativa, abuso deshonesto, tormentos, y privación ilegal de la libertad agravada por violencia y amenazas.