En el acampe frente al Ministerio de Desarrollo Social no hay ánimo de levantar la medida, votada por 48 horas, es decir hasta este viernes. Los referentes de las organizaciones sociales dicen que si bien tuvieron conversaciones con funcionarios de las segundas líneas de la cartera que conduce Carolina Stanley, no hubo respuesta a sus pedidos. Reclaman el envío de alimentos para los comedores populares y planes sociales.
Las carpas permanecen sobre uno de los carriles de la avenida 9 de Julio y las plazoletas que pegadas al edificio. Un cordón policial quedó en el lugar, renovado cada tanto con nuevos efectivos. De la represión de ayer todavía hay un detenido, que se espera que recupere la libertad en estas horas, después de que declare en por la acusación de resistencia a la autoridad.
“Queremos programas de empleo. Trabajo genuino este gobierno no van a generar, que es lo realmente necesario; mínimamente entonces que abran los cupos de los planes sociales”, dijo Gastón, vecino de Pico de Oro, en Florencio Varela, e integrante del MTR Votamos Luchar. “Queremos cooperativas que hagan obras de mejoramiento en los barrios”.
Patricia, vecina del mismo barrio, estaba molesta con los cuestionamientos que recibieron de los medios sobre el pedido de planes. Contó que el asentamiento tiene 9 años de antigüedad y que allí abrieron “una escuela para adultos, con primaria y secundaria. Hacemos huertas y emprendimientos textiles; trabajamos más horas que los que nos critican, pero no hay modo de llegar a fin de mes. En casa empezaron a mandarme boletas de las luz por 700 pesos, no las pude pagar, ahora tengo una deuda de 15 mil. ¿Cómo hago, si cobro una pensíón mínima? Y con las cosas así, el gobierno deja de mandar alimentos”. En estos meses dejaron de recibir leche; a los chicos les están dando mate cocido.
El acampe está encabezado por el Polo Obrero, Barrios de Pie y tres MTRs, más otras agrupaciones de la izquierda que se diferenciaron de la movida en el Congreso y la sanción de la ley de emergencia alimentaria.
“La ley es importante, me parece bien que haya logrado apoyos, pero tiene otros tiempos. Nosotros estamos hablando de la urgencia, de tener una respuesta que no puede esperar. Y también tenemos que marcar que se necesitan no sólo leyes, sino que exista voluntad política de actuar, porque si no sigue sucediendo lo que nos está pasando ahora, que es que el gobierno encuentra todas las chicanas para demorar la ejecución del presupuesto y los alimentos no llegan”, señaló Silvia Saravia, de Barrios de Pie.
Sobre la calle, en torno a fogatas armadas sobre el pavimento y envueltos en frazados, el clima de los manifestantes era de poca expectativa. La mayoría pensaba que la semana próxima habrá una nueva protesta como esta para insistir en los pedidos.
María Lilian Rojas, referente del Polo Obrero, apuntó que en el acampe “no hay una mamá que no haya traído a sus hijo, porque la realidad es que no pueden darles de comer”.
“No me sorprende que (la ministra Carolina) Stanley diga que esto es una extorsión, tomo eso como una señal más de que no tiene respuestas. Nosotros ya pensamos en otro acampe, de 72 horas. La ley es por más alimentos, que no está mal, pero lo que queremos es que se reabran los planes sociales porque no hay trabajo”.