El “Festival Futuros” surgió el año pasado en el contexto del desfinanciamiento y vaciamiento del Centro Cultural Haroldo Conti. Fueron trabajadores de todas las áreas del espacio quienes lo impulsaron, de manera “transversal, horizontal, interdisciplinaria”. “Ante esta situación en la que estamos hace cuatro años, y en el marco de nuestro plan de lucha, el festival surgió como una forma de resistencia. El neoliberalismo pega sobre los cuerpos muy claramente y de diversas maneras. Ante esta coyuntura pusimos el eje en la potencia de los cuerpos, y en el goce y el lugar del deseo”, sintetiza Noelia Ugalde, una de las trabajadoras que participó en la organización. La propuesta se desarrolla en Avenida del Libertador 8151 y reúne poesía, música, cine, danza, talleres, charlas, performances y lecturas.
“Tanto la comunidad LGBTIQ como el feminismo nos han enseñado esta forma de resistir que es poner al cuerpo en un lugar de potencia, como herramienta de transformación”, define Ugalde, y detalla que “Futuros” surgió puntualmente del área de Diversidad del Conti. “En este predio los cuerpos y las ideas fueron reprimidos brutalmente. Esta posibilidad de pensar el diálogo entre el pasado y el presente nos permitió imaginar posibles futuros y preguntarnos un montón de cosas en función de eso. ¿Cómo se goza en este contexto? ¿Quiénes tienen derecho al goce? ¿Cuáles son las experiencias que desbordan los regímenes sensibles del presente?”, se explaya la trabajadora. La grilla reúne a artistas que fusionan lenguajes y son interpelados por los feminismos y el movimiento LGBTIQ.
En 2018 el festival se realizó “con un compromiso de pago de parte de la gestión” del espacio, que se encuentra en la ex Esma y depende de la Secretaría de Derechos Humanos. “Nosotros, los trabajadores, convocamos a los artistas. Se logró hacer el festival pero a fin de año hubo un anuncio de que se suspenderían los pagos. Nos sentimos estafados y sentimos una estafa hacia los artistas, algunos de los cuales llegaron a presentar sus facturas”, relata Ugalde. Este año, reunidos en asamblea, los trabajadores se preguntaron qué hacer sin un presupuesto que respalde esta actividad. “No queríamos permitir que avanzara la política de vaciamiento. Como medida colectiva y gremial, decidimos hacer el festival con varias actividades a la gorra, en alianza con artistas que apuestan al espacio y lo valoran por la experimentación y visibilización”, concluye la trabajadora del área de Cine.
Esta segunda edición está atravesada por una denuncia: el Conti adeuda 4 millones de pesos a 270 artistas que se presentaron durante 2018, entre los que hay músicos, actores, cineastas, directores, productores y talleristas. Ellos constituyen el 80 por ciento de los artistas que trabajaron durante el año pasado. A esto se suma el hecho de que el centro cultural continúa funcionando con un presupuesto de 0 pesos. Una situación crítica que se arrastra desde que el macrismo llegó al Gobierno. Durante todos estos años, con la consigna “El Conti no se achica”, los trabajadores lucharon para enfrentar el vaciamiento. “La línea de contenidos y programación la propusimos nosotros, sosteniendo una regularidad. La dirección propone ciertas cosas concretas, pero la grilla la llenamos nosotros. No queremos que se banalice la memoria y se vacíen los contenidos que venimos trabajando”, subraya Ugalde. La preocupación es “llenar” el espacio, seguir invitando al público a poblarlo.
“¿Cómo nos relacionamos entre nosotrxs? ¿Cómo se goza en un contexto de crisis? ¿Quiénes tienen el derecho al goce? ¿Existe un futuro habitable en el marco de la exacerbación capitalista heteropatriarcal? ¿De qué forma penetran el goce y el erotismo a través de las paredes que antes fueran del horror y ahora son del Estado?”, son algunas de las preguntas que cruzan a la programación de “Futuros”, un festival que intenta “pensar lo que no existe”. “Resistir no es sólo aguantar los avances del enemigo y contar lo que perdemos. Puede ser también hacer alianzas nuevas, desconocidas. Inventarnos los lugares de enunciación que nos han sido negados, espacios donde afirmar nuestra existencia, aunque siempre sea temporal, rota, monstruosa. Afirmar nuestra diferencia como antídoto del igualismo neoliberal”, plantea la fundamentación de la propuesta.
La grilla conjuga artistas que vienen abocados a la temática hace tiempo y otros emergentes. Uno de los platos fuertes es El otro: Filosofía y música (este viernes a las 21), con Darío Sztajnszrajber, Lucrecia Pinto, Manu Sucaría y Camila Iorio. El sábado 21 a las 18 se proyectará Les garçons sauvages, de Bertrand Mandico, y luego habrá un diálogo con Albertina Carri. Ese mismo día, a las 21, se presentará la obra Sr. Woman en Lady Ray Van Ring, de Marianela Portillo del Rayo. El domingo 22 se proyectará De nuevo otra vez, de Romina Paula, quien estará brindando una charla. Gabriela Cabezón Cámara participará de una entrevista abierta para escuelas secundarias (viernes 27 a las 10.30). Movimiento público es un taller y performance a cargo de Silvio Lang con la participación de Celia Argüello Rena (viernes 27, desde las 18). El sábado 28 a las 17, el Conti ofrecerá una charla con integrantes del Movimiento de Juventudes Trans. La programación completa se encuentra en www.conti.derhuman.jus.gov.ar.