Enojo. La diputada de la Izquierda Socialista Mónica Schlotthauer arrancó su discurso con un recinto casi vacío. Por eso criticó a sus pares que se habían retirado a comer “a menos de dos horas de haberse iniciado esta sesión”, clamó. Schlotthauer consideró al proyecto como una “farsa” si no se rompe con el FMI y se frena la “fuga” de divisas de los grandes grupos económicos. Fue la única diputada que abstuvo en la votación.
Biafra. El diputado del Movimiento Evita, Leonardo Grosso, también salió al cruce de las declaraciones del candidato a vicepresidente del oficialismo, Miguel Pichetto, quien buscó minimizar el reclamo de la emergencia alimentaria afirmando que “Argentina tampoco es Biafra”. “El senador Pichetto tiene razón, esto no es Biafra, esto es la Argentina de Mauricio Macri y de Cambiemos”, lanzó Grosso.
Silencio. El diputado salteño Alfredo Olmedo, llegó al recinto con una campera de cuero mostaza, mucho mas oscura que el atuendo amarillo con el que el aliado de Cambiemos suele aparecer públicamente como su sello personal. Olmedo, un productor sojero y habitual detractor de los movimientos sociales, a los que en más de una oportunidad acuso de “vagos”, despertaba cierta expectativa sobre lo que podría llegar a decir en el recinto en medio del debate de la emergencia alimentaria, pero se bajó de la lista de oradores en la que figuraba. El verborrágico Olmedo esta vez se llamó a silenció y votó a favor del proyecto.
Aumento. El diputados y candidato presidencial del FIT, Nicolás del Caño, pidió la palabra ni bien arrancó la sesión para apartarse del reglamento y sumar a el único tema del orden del día –la ”emergencia alimentaria”-- y sumar su proyecto de establecer “un aumento salarial de emergencia” del 30 por ciento para todos los trabajadores, que se extienda también a las jubilaciones y la Asignación Universal por Hijo. El planteo no fue aprobado. Del Caño y su compañera de fórmula, Romina del Plá, igual acompañaron con su voto la emergencia alimentaria.