Flor de Fuego y también Flor de Fuega son alias con los que Florencia Alonso despliega la maravilla de sus intrincadas creaciones visuales . Su trabajo de programación creativa la llevó a una nutrida seguidilla de presentaciones de lo más interesante. Su herramienta es Hydra , una plataforma de experimentación visual que funciona en un navegador web o en versión de escritorio, permitiendo transformaciones a través de la escritura de código. Es un software libre y está inspirado en los sintetizadores de video analógicos modulares, que permiten interconectar diferentes parámetros. “La creadora de Hydra, Olivia Jack, es una persona muy dada que comparte data y ayuda a las personas interesadas en la plataforma”, comenta Flor, quien suele hablar con ella para despejar dudas y cranear movidas. “Tengo mucha curiosidad y voy explorando diferentes recursos. Lo que planeamos con Olivia, y quizás hagamos una prueba en estos días, es hacer livecoding a distancia y que ella me mande su Hydra y yo el mío”, explica esta VJ nacida en Buenos Aires y actualmente instalada en La Plata, quien mañana hará lo suyo en el Mutek.AR y el domingo en MARTA, el encuentro platense de mujeres artistas.


Flor estudió dibujo, se vinculó con la escenografía y con bandas, y se dio cuenta de que lo visual y lo sonoro le atraían por igual. Profesora de artes plásticas desde el año pasado, trabaja como ayudante adscripta de las materias de Lenguaje Multimedial y Fotografía e Imagen Digital, en Bellas Artes de la UNLP: “Me enfoqué en la investigación, y en medio me crucé con Pedro Sagasti (alias Torotumbo ), que me preguntó si daba clases de processing, y me habló de Rapo y de Fer Martínez, que estaban haciendo livecoding. Así que empezamos a juntarnos a manijear”.

Así surgieron las primeras fechas, charlas y actividades bajo el nombre de CliC, Colectivo de Live Coders, a quienes además de en su sitio se les puede ubicar por Telegram en @clic_laplata, o en @clicGbaCaba para les chiques de CABA y el GBA. “Venimos de diferentes disciplinas: hay programadores, músicxs, gente vinculada a las artes plásticas, al diseño industrial. Cada persona aporta desde su conocimiento y suceden intercambios muy lindos: debatimos, nos pasamos textos, escribimos, traducimos”, repasa y destaca las traducciones de las entrevistas a Joanne Armitage, una livecoder inglesa que cuenta su experiencia desde el feminismo, y a Alex McLean, el creador de TidalCycles, probablemente el software más popular para hacer música con línea de código.


Flor hizo de todo con Hydra: jugar con poesía, usar videos de YouTube, presentaciones performáticas: “Todo lo que pasaba era muy cyborg: esa idea de trascender el género de las disciplinas, sin que tenga que ser algo específico sino siempre abierto a la transformación”. Flor explora con énfasis la técnica de retroalimentación, ya sea reingresando la salida de video, usando distinto tipos de cámaras o compartiendo pantallas. Lo que se ve es caos, y ella juega con eso. “La retroalimentación en sí propone fractales y repeticiones infinitas, y he llegado a resultados en los que todo se vuelve bastante impredecible además de siempre diferente. Al trabajar con retroalimentación pasan cosas que están fuera de tu control, y eso es súper interesante.”

El livecoding está muy vinculado al vivo y a lo que pasa en tiempo real, pero fundamentalmente al error, un aspecto que Florencia se detiene a destacar: “El error es parte de la práctica, y habilitarlo acerca más al conocimiento. Incorporar que todo el tiempo nos equivocamos es parte del proceso de aprendizaje. Además, la vida es así”, reflexiona esta artista audiovisual que mañana, en la tercera edición del Mutek.AR, hará visuales para el dúo de chicas Whisky (“Hacen algo bastante performático, así que la idea es incorporar las visuales, poner el cuerpo en el espacio con acciones”); y al día siguiente será parte de MARTA (Muestra Activa Regional de Trabajadores del Arte), un festival que busca legitimar producciones y reflexiones artísticas desde una plataforma más amplia que la mera individualidad, y que propone espacios de debate para las problemáticas de la industria cultural.

También participará de la tremenda Flashparty, una celebración de tres días corridos –la gente puede quedarse a dormir en el lugar– dedicado a la creación mediante usos no esperados de plataformas tecnológicas. Un espacio de confluencia entre las comunidades de demoscene, chiptune, hacking, code art, retrocomputadoras y otras subculturas informáticas alternativas. “Ahí voy a tocar con Toro Tumbo. No lo tenemos definido aún, pero estamos viendo si ambxs hacemos música y visuales a la vez”, anticipa Flor y repasa que en el arte del hacer, deshacer, el error y demás cuestiones, desde principio de año viene metiendo mano en TidalCycles. “Estoy escribiendo al respecto: me interesa pensar la práctica de livecoding como una ventana que abre al cruce de disciplinas: usar la programación de manera creativa, aprender y que de eso salga algo nuevo.”