La sexta edición del Encuentro Internacional de Literatura Negra y Policial Córdoba Mata reunirá durante tres días a escritores, especialistas en derecho, periodistas e investigadores de distintas generaciones como Mercedes Rosende (Uruguay), Marcial Gala (Cuba), Martín Doria (Colombia), Juan Sasturain, Perla Suez, Liliana Escliar, Orlando Van Bredam, Susana Romano, Juan Carrá, Javier Chiabrando, Leandro Calle, Nicolás Viglietti, Mariano Saravia, Miguel Julio Rodríguez Villafañe, Martín Sancia Kawamichi y Jorge Felippa, entre otros.
“Justicia, superstición y muerte” es el lema de este festival que se realizará en el marco de la 32° Feria del Libro y el Conocimiento, del domingo 15 al martes 17 en el Cabildo Histórico de Córdoba, con entrada libre y gratuita. “El lema surgió de conversaciones acerca de la actualidad política previa a las PASO, cuando había una hiperactividad judicial alrededor de temas relacionados con la supuesta corrupción de la administración kirchnerista. Ese fue el disparador que nos llevó a investigar hechos ocurridos en nuestra América a lo largo de los siglos, desde la invasión española en adelante, con la intervención en esas realidades del poder político, la iglesia y el manejo de las supersticiones para convalidar, por ejemplo, la actuación de los tribunales eclesiásticos de la inquisición”, explica el escritor Fernando López, uno de los organizadores de Córdoba Mata.
López plantea que como este año se realizó el CILE (Congreso Internacional de la Lengua Española) les pareció que debían "hablar del español como lengua impuesta con la fuerza por el conquistador, y también de las masacres de los pueblos originarios y los adversarios políticos, de los bandidos rurales y de las creencias populares, de los héroes de la independencia de América". "Eso puede ayudarnos a entender una realidad compleja como la actual”, dice.
En la programación se destacan charlas como “Genocidios, lengua y política”, “El alter ego en el género negro”, “¿Son malos o se hacen?”, “Cuerpos en guerra” y “Justicia o venganza en el género negro”. Para el cierre del festival se anunciará el Premio 2019 de Novela Negra que ganaron en otras ediciones Pablo Yoiris (2015), Juan Colil Abricot (2016), Ezequiel Dellutri (2017) y Gabriela Mársico (2018). “La justicia es el brazo ejecutor de las políticas represivas del Estado, cuya mano de obra son los cuerpos armados”, advierte López sobre las representaciones de la justicia que aparecen tanto en el cine como en la novela negra y agrega que los integrantes de la justicia pertenecen en su gran mayoría a la clase dominante. “El héroe de la novela negra americana, con toda su amplitud temática y argumental, generalmente es el villano y no el juez ni el policía, a diferencia de la novela negra europea en las que el investigador tiene su cuadro de honor y es incorruptible y muy humano y comprensivo. La novela negra nuestra no cumple con el rol restaurador que le atribuía Borges al policial inglés de enigma, sino todo lo contrario”.
López, exjuez penal y creador de la saga protagonizada por el detective Philip Lecoq -que incluye las novelas Falsa rubia con tacones, Animales de la noche, No te rías si me muero, Todo y nada es la verdad, La suerte tiene sus planes y La ciudad de los desechos- cuenta que una vez conoció a un juez que había sido designado en un pueblo y alquiló una casa en el campo para que nadie lo conociera. “Me pareció una actitud ridícula y despectiva. porque para mí un juez debe ser una persona normal, integrada a la comunidad -afirma el escritor-. Con el tiempo me pareció que tampoco eso era suficiente para ejercer responsablemente un cargo semejante. El juez no solo debe conocer el material humano con el que trabaja sino entender las razones que llevan al delito. O sea, la relación, para que haya confianza mutua, debe ser de reciprocidad. Para mí, el juez debe formarse en una universidad donde aprenda el derecho pero también aprenda a aplicar las leyes por encima del interés de cualquier sector y se someta al control de la sociedad”.
Las supersticiones tendrán un lugar en Córdoba Mata. “En pleno siglo XXI, se siguen utilizando la educación y los medios masivos de comunicación, tanto como las redes sociales, para demonizar o vaciar de contenido las creencias populares –reflexiona López-. Aunque se trate de creencias sin ningún tipo de prueba, la superstición no siempre engloba todo lo que no es científico. Pero se excluyen las creencias religiosas, aunque no sean científicamente probables. La denominación se aplica también en sentido peyorativo a formas de creencias, prácticas y rituales religiosos o políticos que no corresponden a las opiniones y convicciones de quien demoniza. Detrás del desprecio se esconde la imposición de la cultura dominante”.
* Programación completa en https://www.facebook.com/ciclocordobamata/