El desembarco del Grupo Clarín como cuarto operador de telefonía móvil 3G y 4G continúa generando polémica. Si bien en diciembre el gobierno había dejado en claro que le daría luz verde al pedido para reasignar el uso de una serie de frecuencias adquiridas por el multimedios, la aprobación por parte del Enacom reactivó las críticas de la oposición. Telefónica había amenazado con ir a la justicia si la medida se oficializaba porque considera que Clarín terminará pagando menos de lo que le hubiera correspondido abonar por el espectro en caso de que se hubiese licitado, pero por ahora se mantuvo en silencio. La autorización contempla una compensación económica que se explicitará en los próximos 15 días. Clarín devolvería 60 Mhz como parte de pago que se repartirían entre las otras telefónicas y además aportaría una suma en efectivo que oscilaría entre 30 y 50 millones de dólares.
El multimedios conducido por Héctor Magnetto desembarcó en septiembre de 2015 en el segmento móvil a través de la compra de Nextel. Sin embargo, esa compañía no posee frecuencias para brindar 3G y 4G. Por lo tanto, en junio sorprendió al anunciar la adquisición de las compañías Trixco SA, Skyonline Argentina SA, Netizen SA, Infotel SA y Callbi SA por 138,2 millones. Así se quedó con unos 120 MHz en la frecuencia de 2,5 GHz y otros 20 MHz en la de 900 MHz. Inmediatamente, solicitó el cambio de atribución de esas frecuencias para brindar datos móviles.
Luego de varios meses de negociación, el gobierno firmó el pasado 30 de diciembre el decreto 1340 que en su artículo 4 estableció la obligación de adoptar normas y procedimientos que aseguren la reatribución de frecuencias del espectro con compensación económica y uso compartido, a frecuencias atribuidas previamente a otro servicio, dejándole al Enacom la responsabilidad de fijar exigencias de cobertura.
El ente regulador autorizó el lunes la utilización de las bandas de 900 MHz y 2,5 GHz para servicios de telefonía móvil, las dos porciones del espectro donde posee frecuencias Clarín, y el martes aprobó el pedido del multimedios. “Compraron barato frecuencias que tenían otro uso y luego el Gobierno cambió las normas para que les den la utilización que más les conviene. No tengo dudas de que antes de comprar sabían que iban a cambiar las reglas; es más: yo creo que las reglas las escribieron en Clarín y se las mandaron a firmar al Gobierno”, aseguró ayer el ex titular de la AFSCA, Martín Sabbatella. La ex presidente Cristina Fernández de Kirchner también cuestionó por Twitter la decisión oficial. “Lo que a Clarin le dieron gratis a Telefónica se lo cobraron 247 millones de dólares”, aseguró.
Tanto desde el gobierno como desde el Grupo Clarín desmienten que la reasignación de frecuencias sea gratuita. De hecho, el artículo 1 de la resolución aprobada por el directorio del Enacom el martes establece lo siguiente: “Apruebáse el proyecto de refarming con compensación económica y uso de frecuencias a Nextel”. A su vez, el artículo 13 delega en el presidente del Enacom, Miguel de Godoy, las facultades para suscribir dentro de un plazo de 15 días hábiles el contrato que precise las metas y obligaciones que deberá cumplir Nextel, tomando en cuenta una serie de pautas explicitadas en la resolución publicada el martes. La compensación incluiría la devolución de 60 Mhz en la frecuencia de 2,5 GHz y un pago en efectivo que oscilaría entre 30 y 50 millones de dólares. Desde Clarín remarcan además que a ese monto se le deben sumar los 138,2 millones que desembolsaron para quedarse con las frecuencias en las bandas de 900 y 2,5 y el dinero que deberán invertir para poder cumplir con las obligaciones de cobertura.
Telefónica se opuso desde un primer momento a que se autorice el refarming del espectro en poder de Clarín porque aseguró que si el multimedios quería brindar servicios móviles 3G o 4G debería haber participado de la licitación de 2014 o solicitar que se convoque a una nueva. Por eso, cuando en diciembre el gobierno despejó el camino para cumplir con los deseos de Clarín, los españoles dejaron trascender que evalúan presentarse al Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativas a Inversiones (Ciadi) para impugnar la decisión oficial. Si bien todavía no lo hicieron, PáginaI12 pudo saber que la opción no está descartada. Es probable que algo le adelanten al presidente Mauricio Macri quien llegó a Madrid justo cuando el Enacom firmó la autorización a favor de Clarín. Los españoles ayer no terminaban de tener claro si ese gesto debía ser interpretado como una torpeza o una provocación.