Representantes de la Red Federal de Mujeres (RFM) se reunieron ayer con la jueza Elena Highton de Nolasco para expresarle el apoyo a su continuidad en el cargo en la Corte Suprema de Justicia de la Nación. “Le hicimos saber que nos alegrábamos de que pudiera mantener su cargo”, comentó a este diario la titular de la Cámara de Casación Penal María Garrigós de Rébori, quien concurrió al encuentro junto con Teresa Hernández, del sindicato docente Sadop, María Higonet, ex senadora de La Pampa, Judith Said, por organismos de DD.HH., y Dora Barrancos, directora del Conicet.
En diciembre, Highton presentó un recurso de amparo para continuar integrando el máximo tribunal superados los 75 años. “A la mayoría de los colegas varones en su momento no les parecía mal que siguieran en el cargo Carlos Fayt y Enrique Petracchi en la Corte pero sí Highton”, recordó Garrigós. “Veíamos una saña hacia las mujeres en el planteo de cómo quisieron sacarla a toda costa de allí. Hay componentes adicionales por la condición de género, ataques particulares a mujeres que lideran procesos”, observó Estela Díaz, Secretaria de Género de la CTA, también integrante de la RFM.
La jueza Highton “estuvo muy cordial, amable y se mostró muy interesada. Dio su apoyo la existencia de y los propósitos de la red”, comentó Garrigós. La camarista recordó en diálogo con este diario que la RFM nació a mediados de septiembre de 2016. De cara al próximo 8 de marzo, se dio como agenda prioritaria para 2017 impulsar la paridad de género, en principio en los órganos colegiados de la Justicia, y avanzar sobre la agenda de cuidados de las mujeres.
La red es políticamente transversal desde una perspectiva progresista. “Sufrimos lo mismo en todas las instituciones. Es cierto que el patriarcado se enraiza mejor en el capitalismo pero la verdad que las organizaciones políticas no dejan de reproducirlo”, dijo Garrigós. “Fluye una comunidad de ideas de altísima preocupación respecto de la actual coyuntura; más que eso, de oposición a todas las regresiones a las que asistimos”, agregó Barrancos.
En la convocatoria que la red difunde para el 8 de marzo, denuncia “la persecución y discriminación de mujeres protagonistas en todos los terrenos, tanto en la justicia, como en el mundo de la política, en las luchas sociales, denunciamos la injusta detención de Milagro Sala hace ya un año”. “Esa tendencia –agrega– abona la desigualdad histórica de las mujeres en la sociedad y sus múltiples consecuencias: desde las violencias machistas -y su expresión más extrema, los femicidios-, las muertes por abortos inseguros, el trabajo doméstico y de cuidados no remunerado, la brecha salarial en relación a los sueldos masculinos y en especial la precarización laboral y la desocupación.” Señala, además, “el estado de fragilidad en que se encuentran las instituciones que nos remontan a lo más autoritario de la forma de ejercer el poder”.