Un abogado del fuero local, a quienes algunos consideran el Durán Barba de Néstor Grindetti, pregona en los lugares de reunión del oficialismo que en las semanas previas a la elección del 27 de octubre “se repartirán boletas cortadas con la opción Grindetti intendente”. El objetivo serán los vecinos que hayan manifestado intención de voto por la fórmula presidencial Fernández-Fernández y Axel Kicillof gobernador. Por mandato del intendente, los “voluntarios” obligados a militar están recorriendo casa por casa los barrios humildes de Lanús, donde está el grueso de los que apoyan al Frente de Todos. El propio intendente, poco propenso a pisar el territorio, después de la derrota de agosto, hizo recorridas por Villa Jardín, Los Ceibos, el club Villa Besada y la Iglesia
Evangélica Ministerio Manantial.
En Los Ceibos, hasta se animó a jugar varios partidos de metegol con los chicos. Aseguran que perdió todos las veces que jugó. Sus allegados dicen que “se dejó ganar”. En el lugar hubo entrega de juguetes, sorteo de bicicletas y reparto de maquillaje. Los memoriosos recuerdan que nunca antes el oficilialismo fue tan generoso en esos barrios. "Una vez, en Jardín, llamaron a un encuentro de juegos para niños. Lo único que había era una pelotita de goma pequeña y los chicos jugaban 'al fútbol', sobre una mesa, golpeando a la pelotita con los dedos y armando 'árcos' con las manos, una verguüenza", comentó una madre que llevó a sus hijos.
Siguiendo los pasos de María Eugenia Vidal, el intendente busca también apoyo entre los grupos evangélicos. Antes de su visita al Ministerio Manantial, lo había hecho en la Iglesia Puertas de Paz, en 25 de Mayo 1572 en Lanús oeste, en Villa Caraza. Allí participó de una reunión a la que concurrieron más de cien pastores evangélicos que forman parte del Consejo Pastoral de Lanús, cuyo titular, José Alberto Saravia, tiene buen diálogo con Grindetti, quien les pidió apoyo para su reelección. Otros grupos evangélicos, que distribuyen comida en la Ciudad de Buenos Aires y que critican al macrismo y sus derivados, arman ollas populares y trueques, los fines de semana, en la plaza de cemento que rodea a la estación Lanús.
Uno de los lugares claves, donde Cambiemos sufrió la derrota más dura en el distrito, es Monte Chingolo. El que salió a recorrer las calles del barrio para tratar de "cambiar la onda" fue el jefe de Gabinete, Diego Kravetz, primer candidato a concejal. Lo acompañó el dirigente radical Mario Benitez. Se reunieron con la familia Barroso y allí escucharon un concierto de quejas sobre problemas de iluminación y seguridad, que son las "grandes banderas" que levanta en grindettismo en otros barrios más paquetes. En consonancia con el apellido de la familia, tuvieron que dar explicaciones por el barro y las malas condiciones en las que se encuentran veredas y calles del barrio. El secretario de Obras Públicas, Carlos Ortíz, prometió soluciones "inmediatas", siempre que los vecinos estén dispuestos a la contraprestación del corte de boletas.
Un chingolense consultado por Página/12, explicó las razones por las cuales hubo un aluvión de votos en contra de Grindetti: "Nosotros apenas si le vimos la cara al intendente y ni hablar de los candidatos que lo acompañan. La gente no los votó porque no los vemos nunca, no los conocemos, eso es lo que pasa". En Valentín Alsina, tampoco le fue bien al intendente.
Antonio Alderete, un referente de Alsina, se quejó ante la consulta de este diario sobre la pretensión de Grindetti de ser reelegido: "Nos vienen a pedir el voto con el argumento de que ellos hicieron obras de pavimentación que antes no se hicieron, pero la realidad es que todo está mal hecho. Eso es lo que ocurre con las cloacas, que ya están taponadas y provocan desbordes. Andamos pisando porquería por las calles y cuando llamamos para que hagan algo, nos dicen que tenemos que esperar porque de momento no pueden venir". Fotos y testimonios similares publicados por el diario digital La Defensa, certificar que la denuncia es cierta.